El papa Francisco en ocasión de la celebración del Ángelus en la plaza de San Pedro dijo: ”En el centro del Evangelio…, está el mandamiento del amor: amor a Dios y amor al prójimo. Un escriba preguntó a Jesús: ‘¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?’ (v. 28). Él responde citando la profesión de fe con la que cada israelita abre y cierra su día y que empieza con las palabras: ‘Escucha, Israel. Yahveh nuestro Dios es el único Yahveh’ (Deuteronomio 6, 4). De este modo Israel custodia su fe en la realidad fundamental de todo su credo: existe un solo Señor y ese Señor es ‘nuestro’ en el sentido de que está vinculado a nosotros con un pacto indisoluble, nos ha amado, nos ama y nos amará por siempre. De esta fuente, de este amor de Dios, se deriva para nosotros el doble mandamiento: ‘Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas (…) Amarás a tu prójimo como a ti mismo’” (vv. 30-31).
“Amar a Dios es vivir de él y para él, por aquello que él es y por lo que él hace. Y nuestro Dios es donación sin reservas, es perdón sin límites, es relación que promueve y hace crecer. Por eso, amar a Dios quiere decir invertir cada día nuestras energías para ser sus colaboradores en el servicio sin reservas a nuestro prójimo, en buscar perdonar sin límites y en cultivar relaciones de comunión y de fraternidad”.
“Esto interpela a nuestras comunidades cristianas: se trata de evitar el riesgo de ser comunidades que viven de muchas iniciativas pero de pocas relaciones; el riesgo de comunidades ‘estaciones de servicio’, pero de poca compañía en el sentido pleno y cristiano de este término”.
“Dios, que es amor, nos ha creado por amor y para que podamos amar a los otros permaneciendo unidos a él. Sería ilusorio pretender amar al prójimo sin amar a Dios y sería también ilusorio pretender amar a Dios sin amar al prójimo. Las dos dimensiones, por Dios y por el prójimo, en su unidad caracterizan al discípulo de Cristo. Que la Virgen María nos ayude a acoger y testimoniar en la vida de todos los días esta luminosa enseñanza”.
(Frases extractadas de http://www.vatican.va/content/francesco/es/angelus/2018/documents/papa-francesco_angelus_20181104.html).