Para Ricardo Arriola Afara, director ejecutivo de la Federación de Industrias Creativas, miembro del Consejo Nacional del Audiovisual, el INAP “marcará un antes y un después en la historia del audiovisual nacional; marcará la historia del sector”, señala el representante de la Cámara Paraguaya de Empresas Productoras de Cine y Televisión (Campro) en el Consejo.
El Instituto, según sus objetivos y funciones, fomentará toda la cadena de valor de la industria audiovisual: formación, desarrollo, preproducción, producción, distribución, etc. “Es decir, va a generar las condiciones institucionales, articular esfuerzos públicos, privados y académicos, además de recurrir a la cooperación internacional para lograr que cada uno de estos eslabones puedan arrojar resultados beneficiosos para el sector”, explica Arriola.
El audiovisualista indica que en el país se producen en promedio cuatro largometrajes al año y que el sector moviliza alrededor de 180 millones de dólares, empleando a más de 4.000 personas al año. “Apuntamos a que, en el corto plazo, el nivel de inversión pueda duplicarse, así como la cantidad de gente que trabaja en el área, ya que, por fin, la industria va a contar con un órgano técnico y especializado que trabajará para desarrollar el audiovisual nacional”, remarca.
Arriola asegura que la industria nacional está dando pasos importantes, y que en los últimos años “cambió definitivamente la forma de hacer audiovisual en Paraguay”. Añade que el desafío, de ahora en más, es la profesionalización, “tener mayor capacidad para hacer frente a la demanda internacional”.
“El mundo hoy está esperando que nazca el INAP, han llegado saludos y felicitaciones de nuestros pares de toda la región y de Europa. En octubre del año pasado, invitamos en el evento CREA+PY a más de 35 profesionales internacionales, todos expectantes de que Paraguay pueda por fin participar oficialmente de los organismos audiovisuales en el exterior. Esto nos motiva a seguir trabajando”, afirma.
EJEMPLO. Por otro lado, Arriola considera que el proceso realizado para la puesta en marcha del instituto nacional del cine es un ejemplo de inclusión y participación ciudadana. “Todos aprendimos en este tiempo. El sector audiovisual sentó un precedente para todo el país, para este Paraguay que a toda costa demuestra que quiere crecer y dejar atrás las riñas y las divisiones. La madurez de este sector se ve en las pantallas, con los premios internacionales y también en el desarrollo de las organizaciones y su fuerza colectiva”, acota.
Entre los desafíos, Arriola indica el de lograr que quienes estén representando al audiovisual en el INAP, “lleven la voz de todo el sector” y así pueda garantizarse políticas que permitan al Paraguay “dar el salto en calidad y cantidad de contenidos audiovisuales, no solo películas, sino también series, cortometrajes, documentales, animación, entre otros”, asegura.