18 ago. 2025

El Hogar Rosa María estrena casa para las desamparadas

Todo empezó hace más de diez años con una visita inesperada. Sonó el timbre de la casa parroquial de la Recoleta, salió el padre Benito Páez, y para su sorpresa, se encontró a una menor de edad empapada por la lluvia. Estaba embarazada y había dejado su casa porque sus padres querían que abortara. Necesitaba un lugar para pasar la noche y resguardarse del frío.

Alegría.  Los presentes en la inauguración de la casa se mostraron felices por los logros.

Alegría. Los presentes en la inauguración de la casa se mostraron felices por los logros.

Así nació el centro de ayuda a la vida Hogar Rosa María, que desde ayer, después de largos años de trabajo, ya cuenta con instalaciones propias para continuar acogiendo a niñas abusadas y violentadas, víctimas de un embarazo no deseado.

Ante esta situación y otros casos similares, el padre Benito se reunió con un grupo de personas para enfrentar el flagelo e impulsar una “empresa cristiana” abocada a brindar refugio a menores de edad.

Este centro de ayuda se encuentra en el predio del centro de orientación cristiana Nuestra Señora de la Asunción, ubicado en Del Maestro esquina 23 de Octubre, a tres cuadras de la avenida Mariscal López. Actualmente, allí habitan aproximadamente unas 10 jóvenes madres, pero ahora tiene la capacidad de albergar a 20 más.

sueño cumplido. “Se concreta el sueño de la casa propia. Anteriormente vivíamos en casa alquilada y luego en una prestada; hoy estamos acá gracias a la colaboración de la gente. Estamos muy contentos porque esta es una obra de la comunidad, no necesitamos pedir ayuda para concretar esta obra que es un beneficio para el país”, indicó el padre Benito Páez, mentor del hogar.

Por su parte, Pastor Cuquejo, arzobispo de Asunción, resaltó el trabajo de promocionar la vida que realizan todas las personas que desde un principio estuvieron apoyando el proyecto, que ahora se aboca a fomentar la reinserción social de las jóvenes madres para que puedan trabajar y atender a sus hijos.

A lo largo de estos años se dio albergue a unas 236 futuras madres, haciendo posible el nacimiento de 186 niñas y niños. En la casa de acogida se ofrece asistencia ginecológica, pediátrica, psicológica y espiritual.

“Este es un centro de ayuda para la vida, para el amor entre personas, para hacer un bien a la sociedad”, aseveró Cuquejo.