Solo así se entiende que el actual Ejecutivo siga cometiendo desatinos políticos que vuelven a causar indignación popular, como el hecho de nombrar como primer negociador para el equipo que deberá velar por la soberanía energética del país en el momento de revisar el Anexo C del Tratado de Itaipú en 2023 justamente a uno de los que defendieron aquel cuestionado documento bilateral que favoreció al Brasil.
El nombramiento del ingeniero Héctor Richer Bécker, ex presidente de la ANDE, como negociador de Itaipú en representación del Gabinete Civil vuelve a encrespar los ánimos de la ciudadanía que se había movilizado cuando se conoció la negociación secreta, acusando de “entreguista” a sus propiciadores. En esa oportunidad, el ingeniero Richer había expresado públicamente en un foro empresarial que la firma de la célebre acta no implicó una entrega de soberanía. “No tiene nada de irregular ese documento, es una formalización contractual”, había declarado, en contra de lo que sostenían otros técnicos, como el también ex presidente de la ANDE Pedro Ferreira o el ex gerente técnico del ente, ingeniero Fabián Cáceres, quienes aseguraban que lo acordado en el acta con Brasil iba a perjudicar gravemente a la ANDE, generando un millonario sobrecosto en el precio de la energía para nuestro país.
Lo llamativo es que, a cuatro meses de haberse superado dificultosamente aquella crisis, a pesar de haber reconocido que existe un gran celo en la ciudadanía por todo lo que se relaciona con preservar los intereses del Paraguay en materia de energía de Itaipú ante el Brasil, el Gobierno de Abdo Benítez continúa sin mostrar cuál será su prioridad en la negociación.
Por parte del vecino país que comparte la propiedad de la gran represa hidroeléctrica, ya parece claro que buscará bajar la tarifa de la energía, pues le resultará la fuente más barata para distribuirla en sus zonas industriales. Hoy Brasil contrata cerca del 80% de toda la producción de Itaipú y todavía faltan varios años para que Paraguay consuma la totalidad de su 50%. Si quiere acelerar su retiro de energía incluso debe construir un nuevo tendido de 500 kilovoltios (kV). Si Brasil gana la pulseada y termina bajando el precio de venta de Itaipú, el país vecino será el más beneficiado, pues terminará adquiriendo más del 50% de la energía durante varios años a precios ínfimos.
Ante este panorama, el Paraguay debe tener cuanto antes una estrategia de renegociación. Para ello debe despertar del letargo, dejar de cometer errores políticos y unir a toda la sociedad en la defensa de la gran riqueza energética.