El Gobierno argentino acusó al periodista, Jorge Lanata, conductor del programa Periodismo para Todos de crear un “clima de terror” en el país con sus denuncias de corrupción que alcanzan al Ejecutivo, liderada por Cristina Fernández de Kirchner.
Lanata, que supera en audiencia a la transmisión dominical de los partidos de fútbol y a los espacios faranduleros, denunció con el aporte de un sinnúmero de personas que fueron cercanas al expresidente Néstor Kirchner, acerca de su presunto vínculo con una red de lavado de dinero que tenía como cabeza visible a Lázaro Báez, amigo y supuesto testaferro de la familia Kirchner.
El secretario general de la Presidencia, Óscar Parrilli tachó a Lanata y a sus invitados de “alcahuetes mediáticos” que procuran generar “un clima de terror” en la ciudadanía. Parrilli dijo que detrás de los intentos de “mancillar” la imagen del difunto, “están los intereses delictivos y extorsivos de las grandes corporaciones”.
El combativo funcionario del elenco Kirchner, se refería, como no, al Grupo Clarín propietario del diario homónimo y de canal 13, las dos plataformas más sólidas -junto con el diario La Nación- del periodismo disidente.
En su alegato reivindicativo, Parrilli dijo que “a diez años del inicio de este proceso virtuoso (el ascenso de Néstor al poder en el 2003) ni el mejor guionista de una película de ciencia ficción podía imaginar lo que sería la Argentina de hoy”.
El secretario de la Presidencia mencionó dentro del proceso virtuoso, la inclusión social, la defensa de los derechos humanos y de las minorías sexuales y la disminución de la pobreza. “Pero los alcahuetes mediáticos de Héctor Magnetto (el gerente ejecutivo de Clarín) tratan de instalar un ambiente de miedo donde todo se cae, todo está mal”, sentenció Parrilli.
Por su parte, el exjefe de gabinete y ahora senador Aníbal Fernández puso la mira en el testimonio de Antonio Cañas, el arquitecto que diseño la casa de los Kirchner en El Calafate, acerca de la bóveda blindada que el fallecido propietario mandó a construir, con el supuesto fin de esconder el botín obtenido mediante el cobro de sobreprecio y coimas en las obras públicas que asignaba. Para Fernández , las declaraciones de Cañas son parte de “un chusmerío (cotilleo), mezclado con invenciones periodísticas que hacen agua por los cuatro costados”.
El senador, dijo que no espera nada más que calumnias del testimonio que presta ante la Justicia, Miriam Quiroga, exsecretaria y confidente de Néstor Kirchner.
Quiroga confirmó uno de los aspectos más escandalosos de la trama de lavado de dinero: las bolsas repletas de euros y dólares que llegaban al despacho de su jefe en la Casa Rosada para luego ser transferidas las casa de la familia en la provincia de Santa Cruz y de allí, por vía aérea, a los paraísos fiscales en el extranjero.
ANTE LA JUSTICIA
Miriam Quiroga, exsecretaria del fallecido expresidente Néstor Kirchner, declaró ante un juez de Buenos Aires como testigo en una causa abierta por presunta asociación ilícita de funcionarios y empresarios próximos al poder. Quiroga llegó a los tribunales acompañada de la policía y evitó su contacto con la prensa. La exsecretaria fue citada por la Justicia tras participar en un programa televisivo en el que afirmó que vio a un estrecho colaborador de Kirchner salir con bolsos, supuestamente cargados de dinero, destinados a la quinta presidencial de Olivos.