16 sept. 2025

El Gallo de Oro, galardón a la apuesta por la prensa gráfica

Como cada diciembre, el Gallo de Oro premia al mejor aviso publicitario del año. Última Hora entrega anualmente este premio de la publicidad paraguaya, el Gallo de Oro, y ha logrado que en estos 46 años se convierta en una tradición, en el entendimiento además de que publicitar en medios gráficos es una apuesta por el periodismo independiente y creíble. El encargado de elegir al ganador del premio fue el publicista y diseñador industrial argentino Tony Waissmann, director general creativo de República Havas, Miami.

El Gallo de Oro es el principal premio de la publicidad paraguaya, y es promovido por el diario Última Hora desde el año 1977. Concedido anualmente, el galardón reconoce a la agencia de publicidad responsable del mejor aviso publicado durante el año en las páginas del periódico.

En esta edición 2022 resultó galardonada la agencia Oniria, por el anuncio de WWF Cuidemos al planeta, el aviso denominado: Parece un paisaje pero es un problema. El encargado de elegir al ganador del Premio Gallo de Oro fue el publicista y diseñador industrial argentino Tony Waissmann, director general creativo de República Havas, Miami.

El jurado explicó que el anuncio de WWF llamó la atención porque tiene el pero, que es la clave en las ideas gráficas. “Eso es lo que veo, pero… en realidad es otra cosa. Esta pieza tiene eso, y es aparentemente un aviso de un hermoso atardecer y pulcro, pero en realidad hay algo en la imagen, pero no era lo que pensabas que era”.

Apuntó que, muchas veces no hacemos una segunda mirada, y este aviso cuenta la necesidad de hacerla.

Es muy importante resaltar la continuidad que ha tenido la concesión de este premio, desde el año 1977, cuando fue instituido como parte de la celebración del primer aniversario de la segunda etapa del diario Última Hora, y la creación estuvo a cargo del gerente comercial de aquel momento, Álvaro Ayala. Y así, desde hace más de cuatro décadas busca incentivar y reconocer la creatividad de los anuncios gráficos creados por las agencias de publicidad nacionales.

La elección del ganador recae en un profesional publicitario del extranjero, el cual hace de jurado único internacional, él debe observar y analizar —bajo estrictos criterios— los avisos publicados a lo largo del año. Consideramos que, en gran medida, el éxito y la credibilidad del premio se deben a la imparcialidad del jurado.

El galardonado recibe la estatuilla del Gallo de Oro, que consiste en una pieza única, realizada originalmente por el artista plástico Hugo Pistilli hasta el año 2005. Desde el 2006, la escultura es realizada por Juan Pablo Pistilli, tras la muerte de su padre. El Gallo de Oro es una realización artística bajo las mismas características y tamaño para cada entrega; es una estatuilla dorada, minimalista y estilizada, sostenida sobre una base de madera.

En la primera edición, el ganador del premio fue la agencia A. F. Asociados, que realizó la campaña El hombre y su medioambiente, para la Cámara Júnior, con el aviso Pongámonos todos de acuerdo; el aviso era en blanco y negro. El primer aviso en color que recibió el galardón fue hecho por Biedermann Publicidad para el Shopping Británico, bajo el título de ¿Quién dijo que es difícil regalar a los hombre?, en el año 1991.

El Gallo de Oro ya se ha convertido en un premio institucionalizado a la mejor producción gráfica publicitaria; y es el resultado de una clara apuesta por el sector de la prensa gráfica. Esta apuesta implica claramente al mismo tiempo una actitud por la credibilidad, particularmente en tiempos en los que abundan diversos tipos de fuentes de información, muchas de ellas tendenciosas, por lo que el Gallo es una distinción y un reconocimiento a quienes aportan a que sea posible un periodismo creíble, independiente.

En estos tiempos, hacer publicidad en medios gráficos es invertir en periodismo independiente, creíble, y sobre todo, sostenido por el esfuerzo de sus trabajadores y no de intereses políticos o económicos. El periodismo independiente es una condición fundamental para el sostenimiento de un sistema democrático.