En la declaración final el grupo, que aglutina a las principales 20 economías del mundo, aseguró que aportará los fondos que todavía le faltan a la iniciativa COVAX, mediante la cual los países de ingresos medios y altos pueden financiar a los más pobres para que reciban también vacunas contra el Covid-19.
Este instrumento todavía requiere de 28.000 millones de dólares en financiación, de los que 4.200 millones se necesitan antes del final del año.
“Nos comprometemos a satisfacer el resto de necesidades de financiamiento global”, indica el documento.
Sin embargo, el texto no incluye nuevas medidas para aliviar la situación de las naciones más desfavorecidas.
La declaración final se limita a reiterar otras medidas ya adoptadas a lo largo del año por el Grupo de cara a los países más vulnerables, como mantener la suspensión de la deuda para estos hasta junio de 2021, obviando la solicitud hecha por la ONU para extenderla hasta el fin del próximo año.
En cambio, hace un llamamiento al Fondo Monetario Internacional (FMI) para que “prepare un análisis sobre las necesidades de financiación externa en los países de bajos ingresos en los próximos años y de opciones financieras sostenibles”.
RECUPERACIÓN. Se expresa igualmente el compromiso de conjugar la recuperación de la pandemia con la preservación del planeta y la construcción “de un futuro más medioambientalmente sostenible e inclusivo”.
No obstante, en cuanto a la lucha contra el cambio climático, a la hora de abrazar el Pacto de París, este respaldo se circunscribe a los países firmantes del mismo, entre los que no está Estados Unidos, cuyo presidente saliente, Donald Trump, ya se opuso el año pasado, con lo que rompió el consenso en la cumbre de 2019.
“El acuerdo de París no fue diseñado para salvar el medio ambiente. Fue diseñado para matar la economía estadounidense”, insistió el domingo el presidente estadounidense en una intervención telemática en un acto paralelo de la cumbre.
Por otro lado, durante su intervención en la cumbre, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se comprometió a proteger a la Amazonía y el Pantanal, dos biomas fuertemente golpeados este año por la deforestación y los incendios y aseguró a sus colegas que podían contar con su país “para volver a un mundo más desarrollado y más sostenible”.
El G20 también hace una reivindicación explícita del multilateralismo, otro de los aspectos que se habían puesto sobre la mesa, tras el deterioro que ha sufrido durante el mandato de Donald Trump.
El G20 está integrado por Alemania, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea. Además de España, país invitado permanente, Suiza, Jordania y Singapur han sido invitados también a participar este año. EFE
Pedido de China
El presidente chino, Xi Jinping, pidió al G20 que impulse “la aplicación plena y efectiva” del Acuerdo de París sobre el clima y reiteró que “China cumplirá sus compromisos” de reducir su pico de emisiones de CO2 para 2030 y ser un país neutro en carbono para 2060. En un discurso, Xi aseguró que el país asiático está esforzándose por “acelerar el crecimiento de nuevas industrias energéticas más ecológicas” y puso como ejemplo que, “en los últimos 5 años, China ha liderado la producción y ventas de vehículos de nueva energía”.