21 sept. 2025

El ex rey Gyanendra abandona el Palacio Real y promete trabajar para los nepalíes

Katmandú, 11 jun (EFE).- El ex monarca Gyanendra de Nepal abandonó hoy el Palacio Real de Katmandú, entre cánticos a su favor y en contra, y prometió continuar trabajando en el “bienestar” de los nepalíes, quince días después de la declaración de la República y la abolición de la Monarquía en el país del Himalaya.

Según dijeron testigos a Efe, cientos de personas se arremolinaron en los aledaños del Palacio de Narayanhiti para despedir al ex rey, la mayoría de ellos cantando eslóganes en su contra, aunque un grupo reducido de seguidores lo aclamó.


El ex monarca de Nepal Gyanendra y la ex reina Gomal abandonan el Palacio Real de Katmandú. EFE | Ampliar imagen

Gyanendra abandonó el palacio a última hora de la tarde en un vehículo escoltado por otros tres que velaban por su seguridad.

Tras la proclamación de la República en Nepal el pasado 28 de mayo, que puso fin a 240 años de Monarquía, el Gobierno interino dio un plazo de 15 días al ex monarca para que dejara su palacio, un plazo que se cumplía hoy.

En una rueda de prensa celebrada horas antes, Gyanendra aseguró haber “luchado por la independencia de Nepal” y añadió su deseo de “trabajar para el beneficio” del país del Himalaya.

“Siempre contribuiré al bienestar y a la tranquilidad del país. Espero que todo el mundo me ayude” en esta tarea, dijo el ex rey en un acto multitudinario celebrado en el Palacio de Narayanhiti.

“El país está pasando por un periodo crítico. La Monarquía ha estado con el pueblo en los momentos buenos y en los malos”, aseveró el ex rey de la dinastía Shah.

Gyanendra también se defendió de las “insinuaciones” contra su figura, en alusión a la masacre real de junio de 2001, cuando su hermano mayor y entonces rey, Birendra, murió junto a ocho miembros de la familia en el Palacio.

Según la versión oficial, el autor del regicidio fue el príncipe heredero, Dipendra, quien se suicidó después de matarlos, aunque en Nepal muchos siguen creyendo que fue el propio Gyanendra quien planeó el regicidio, ya que poco después accedió al trono.

El ex monarca rechazó estas sospechas y añadió que “no hubo motivos egoístas” en su ascensión al trono en 2001, e insistió en que ha hecho “todo” para defender “los derechos del pueblo nepalí".

“Si los derechos son violados, la gente tiene que entender la situación”, señaló también Gyanendra, quien asumió el poder en solitario en octubre de 2002 y febrero de 2005, al disolver el Parlamento en el marco de la guerra abierta entre el Gobierno y la guerrilla maoísta.

El Gobierno interino ha acordado ceder a Gyanendra como residencia el que ha sido hasta ahora su palacio de verano, el de Nagarjuna, situado en lo alto de una colina en las afueras de Katmandú.

Pero el Palacio de Narayanhiti se convertirá ahora en un museo, según la resolución aprobada por la Asamblea Constituyente en su primera reunión, en la que dio por abolida la Monarquía.

La Cámara nepalí celebró hoy su tercera sesión, aunque los principales partidos del país no llegaron a ningún nuevo acuerdo.

Los comicios del pasado mes de abril culminaron un proceso de paz abierto en 2006, tras diez años de guerra entre el Gobierno y la guerrilla maoísta.

Los maoístas se impusieron en las elecciones, aunque la formación de Gobierno aún no ha tenido lugar.

El Partido del Congreso del aún primer ministro Girija Prasad Koirala, los leninistas y los maoístas tienen que concretar las funciones del presidente, una figura que han acordado crear.

Los maoístas pretendían aglutinar en una persona los poderes del jefe de Gobierno y jefe de Estado, aunque finalmente se conservarán los dos cargos y ahora el desacuerdo se centra en si el Ejército dependerá o no del nuevo presidente.

En los últimos días ya se ha venido especulando con el nombre del futuro presidente, que sería el de una personalidad de la sociedad civil.

Las principales fuerzas de Nepal también deben acordar si el Gobierno puede ser disuelto con dos tercios de los votos de la Cámara, tal y como quieren los maoístas, o con mayoría simple.