18 abr. 2024

El Estado no es solución sino problema

El inicio de un nuevo año es época en la que echamos una mirada hacia el pasado y surgen interrogantes sobre el futuro. El 2019 fue complicado en nuestro país y en toda la región. En política estuvimos al borde de un juicio político al presidente, y en lo económico fue un periodo en que se dio un bajón en el crecimiento, en parte por problemas climáticos que afectaron la producción agrícola y otro tanto por descenso de sus precios en los mercados mundiales.

El Paraguay se venía destacando en la región por un crecimiento estable y sostenido, un clima de negocios favorable a la inversión y a la innovación, una moneda de libre convertibilidad respecto al dólar, tasas impositivas razonables y otros factores que, en la última década, dieron un fuerte impulso a la producción, la industria y los servicios.

En estas fechas del 2019 había asumido Jair Bolsonaro la presidencia del Brasil, lo que implicó un cambio de signo político en ese país hacia un centro-derecha que sus adversarios consideran extrema. En diciembre, la Argentina volvió al populismo con la Asunción de Alberto Fernández, acompañado como vice por Cristina de Kirchner. Mientras Brasil se encamina hacía políticas de liberalización económica (achicamiento del Estado, reducción de impuestos, privatizaciones), nuestro vecino del Sur opta por todo lo contrario: Impuestos confiscatorios, planes sociales extendidos, discriminación a provincias donde no gobierna el peronismo, promoción de dirigentes sindicales identificados con el peronismo desde los orígenes de este movimiento político.

Pero si este es el marco externo, lo que debemos discernir es el marco interno de la política paraguaya. En 1989 derrocamos la aciaga dictadura y comenzamos a vivir una vacilante democracia, pero no hemos logrado dejar atrás la herencia del stronismo. A lo largo de estas 3 décadas, la práctica política siguió atada a la conveniencia de las fracciones partidarias y no orientadas al bienestar colectivo.

¿Cuál es la razón por la cual nos resulta tan difícil caminar recto hacia un futuro de bienestar económico y solidez institucional? La Constitución que aprobamos en 1992 ha sido varias veces atacada en aspectos cruciales que buscaban poner límites a quienes se creen insustituibles y buscan perpetuarse en el Poder Ejecutivo. La otra cara de la misma moneda es un Parlamento, donde no hay límites a las reelecciones, y donde perduran mercaderes de la política. Son pocos quienes se despegan de ese estigma y no alcanzan a compensar el peso de sectores mayoritarios.

Contra viento y marea, el año pasado el gobierno modificó leyes impositivas pese al reclamo del sector privado. A la mayor carga fiscal se suma la indignación al ver que nuestros impuestos se malgastan en beneficios para funcionarios públicos que, en promedio, tienen una remuneración que duplica a la de los privados.

Por esa razón, la respuesta a la pregunta formulada más arriba podría responderse con lo afirmado alguna vez por el ex presidente norteamericano Ronald Reagan: “El Estado no es la solución: El Estado es el problema”.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.