Una alternativa de aplicación inmediata pueden ser los subsidios o que el Estado compre de la industria y venda los cortes a un precio más accesible.
“No podemos depender de que el mercado funcione racionalmente para que haya derechos cubiertos, entonces directamente poner en la mesa el tema de que el derecho a la alimentación no puede estar sometido a la especulación sobre los precios”, refirió.
Otra opción más sostenible es la implementación de políticas para la producción bovina en la agricultura familiar campesina, de manera a abastecer exclusivamente el mercado interno. La necesidad de priorizar este tipo de acciones responde al aumento del valor de los alimentos en un 14,7% para los pobres extremos, según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas.