03 jun. 2025

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Moscú, 4 feb (EFE).- La trama de terror y suspense, desatada por el ataque con ácido sulfúrico contra el director del ballet del Bolshói, Serguéi Filin, parece acercarse a su desenlace tras sus declaraciones de que conoce al culpable.

“Confío en que pronto la sociedad tendrá respuesta a todas las preguntas”, declaró Filin, después de darse hoy de alta del Hospital Clínico Número 36, donde fue sometido a tres operaciones oftalmológicas.

El pasado 18 de enero, Filin fue atacado junto a su domicilio por un desconocido que le arrojó ácido en la cara, causándole graves quemaduras en la piel y en los ojos.

“Por cuanto me arrojaron el ácido desde el lado derecho, mi ojo derecho quedó más dañado y habrá que tratarlo mucho más tiempo”, explicó el propio Filin en una de sus primeras entrevistas después de la agresión.

Agregó que el atacante llevaba el rostro cubierto completamente y que sólo pudo verle los ojos y aseguró que está convencido de que el agresor actuó por encargo.

Hoy mismo el director de la afamada compañía será trasladado a Alemania para seguir un curso de rehabilitación en una clínica de Aachen, balneario en la frontera con Holanda y Bélgica.

“Tal vez se necesiten (más) operaciones (quirúrgicas). Lo más probable es que sean necesarias. En Alemania será sometido a una rehabilitación integral y no descarto que incluya nuevas intervenciones quirúrgicas”, dijo a la agencia Interfax Vladímir Neróev, oftalmólogo jefe del Ministerio de Sanidad de Rusia.

El periodo de rehabilitación de Filin, adelantó, será “bastante largo”. “Debe armarse de paciencia y aguantar. Semejantes quemaduras tardan en curarse”, dijo.

De acuerdo con datos preliminares de la policía, la persona que atacó a Filin empleo ácido sulfúrico, lo que explica la gravedad de las lesiones.

“Desde luego, la persona que me arrojó el líquido y la gente que está detrás de esto no es la misma”, dijo el director del Ballet del Bolshói al canal de televisión Rossía-24.

Ante las especulaciones sobre el arma del crimen que algunos se inclinan a atribuir a motivos pasionales, Filin comentó que el empleo de ácido “no es una actitud varonil”.

“No sé si es propio de una mujer o no, pero un hombre que se respete y que sea capaz de respetarse tras cometer algo semejante..., me parece imposible”, dijo.

Al mismo tiempo, Filin dejó claro que sus sospechas recaen sobre todo un grupo de personas.

“No sé, ni puedo decir hoy, en qué estado se encontraban cuando adoptaban semejante decisión, de si estaban en sus cabales o bajo efectos narcóticos”, afirmó.

Por su parte, la policía rusa anunció hoy que inmediatamente después de su detención dará a conocer los nombres de los sospechosos de haber encargado el terrible ataque.

“Tras la detención de los sospechosos y su acusación oficial, la policía de Moscú anunciará que ha esclarecido” el crimen contra el director del ballet del Bolshói.

Entre tanto, la compañía vive uno de sus peores momentos, sumida en un clima de temores y sospechas, mientras algunos medios rusos y extranjeros ya hablan de “la maldición del Bolshói”.

La primera bailarina del legendario teatro ruso, Svetlana Lúnkina, que reside provisionalmente en Canadá, anunció que teme regresar a Rusia por las amenazas que le llegan y decidió aplazar su retorno “hasta el fin de temporada”.

Dichas amenazas, al parecer, no estaban relacionadas directamente con Lúnkina, sino que se debían a un proyecto que llevaba a cabo su marido, dedicado a la famosa bailarina de principios del siglo XX, Matilde Ksheshinska.

No obstante, cuando la bailarina solicitó apoyo al Bolshói, le fueron transmitidas las palabras del propio Filin acerca de que “Lúnkina jamás volverá aquí".

El escándalo también afecta al primer bailarín del Bolshói, Nikolái Tsiskaridze.

Preguntado por su posible implicación, Filin respondió: “En lo que se refiere a Nikolai Tsiskaridze, no voy a hacer ningún comentario. No quiero ni hablar de ese tema”.

Mientras, el propio Tsiskaridze, al igual que otros destacados bailarines y artistas que por ahora figuran en el caso en calidad de testigos, se negó rotundamente a someterse a la prueba del polígrafo.

En una entrevista ofrecida tras el ataque, el director general del Bolshói, Anatoli Iksánov, afirmó que Tsiskaridze no pudo haber perpetrado el ataque contra Filin, pero sí “caldear la situación en la compañía para que alguien lo hiciera”.

Al tiempo que continúa la investigación del ataque contra Filin, la compañía que durante decenios fue el orgullo de la URSS y de Rusia deja al descubierto su lado más oscuro, más allá de las conocidas rivalidades y exaltada hostilidad entre sus estrellas. miguel bas