La falta de control en la venta de líneas telefónicas, para la identificación adecuada de los portadores de líneas telefónicas móviles y usuarios de internet, es una de las principales debilidades en el combate a los delitos de suplantación de identidad, según el Departamento de Delitos Económicos de la Policía.
Para el fiscal Juan Ramón Olmedo, una de las principales debilidades que soporta la lucha contra la proliferación de estos delitos es la facilidad para acceder a una línea.
Las personas que quieran obtener la tarjeta SIM (conocida coloquialmente como chip) y habilitar un número telefónico tienen escasas restricciones. “Existe una facilidad, porque la activación de chips está tercerizado; recae sobre ciertos operadores privados con escasa responsabilidad. Para tener mayor alcance, se derivó esa responsabilidad a tercerizados, esos tercerizados no siempre toman las precauciones al momento de dar un chip a una persona”, consideró.
Los investigadores cuentan con datos que muestran que la mayoría de estos hechos son cometidos desde las penitenciarías del país.
Las personas dedicadas a este tipo de hechos utilizan las tarjetas SIM habilitadas para cometer estafas, hacer llamadas extorsivas y otros tipos de ciberdelitos.
Según el agente del Ministerio Público, ingresan a diario denuncias de personas que fueron víctimas de ciberdelincuentes que les robaron su cuenta de WhatsApp para luego cometer estafas.
TARJETA DE VACUNACIÓN. Un nuevo modus operandi salió a luz en estos días. Los delincuentes utilizan datos publicados por los usuarios en las redes para llamarlos y hacerles caer con artimañas.
Se dieron casos en que la víctima recibe una llamada supuestamente del Ministerio de Salud, solicitándole que corrobore datos personales luego de haber recibido la vacuna contra el Covid-19.
Los datos de las personas se obtienen de las publicaciones de las tarjetas de vacunación que realizan muchos usuarios en las redes, según explicó Miguel Ángel Gaspar, directivo de Paraguay Ciberseguro y Ciberpadres Latinoamérica.
Otra de las ventajas que están aprovechando los expertos en estafas para obtener los datos de sus posibles víctimas es el acceso a fotos de cédulas de identidad que son enviadas por las aplicaciones.
El fiscal Olmedo explicó que durante la pandemia se dieron muchos casos en que personas solicitaban créditos y realizaban los trámites a través del celular. “No todo operador que ofrece créditos por redes sociales es un operador autorizado. Hay que tratar de recurrir a personas confiables y aunque parezca un contrasentido, ir a la institución. La comodidad también es caldo de cultivo de engaños”, reflexionó.
Uso masivo
7,20 millones de conexiones móviles o líneas se dan en el país, lo que supone que prácticamente todos los habitantes cuentan con una conexión móvil. Se reporta que hay 4,92 millones de usuarios de internet, lo que representa que un 68,5% de la población tiene acceso a él, de los cuales un 59,9% son usuarios activos de redes sociales. Se registra que un 99,5% de los usuarios de las redes acceden mediante su teléfono móvil, de acuerdo con datos que maneja el Departamento policial de Delitos Económicos.