09 may. 2025

El Ejército Paraguayo al final de la Guerra Guasu y el apoyo de la misión militar francesa II

Durante la época de López, Paraguay estaba fuertemente militarizado. Carlos Antonio López y Francisco Solano López hicieron todo lo posible para convertir al país en una gran potencia militar.

  • María Benítez
  • Universidad de París - Francia

Paraguay contaba con un arsenal, una fundición, una fábrica de pólvora y municiones. Este poder militar era indispensable frente a las pretensiones y actitud amenazante de sus vecinos. López contaba con un ejército de casi 100.000 hombres (según algunos autores), lo que le permitió resistir durante cinco años la sangrienta coalición.

Después de la hecatombe de 1870, al país casi no le quedaban hombres y estaba en total decadencia. El cónsul francés en Asunción, el vizconde Paul d’Abzac declaró que al final de la guerra el ejército paraguayo solo contaba con 500 - 600 soldados, muchos de ellos solo tenían 15-16 años.

El ejemplo del censo de la ciudad de Luque es revelador. Tras la guerra, el 69% (705) de los hombres eran niños, y el 20% (207) eran jóvenes. La población masculina adulta ha desaparecido en gran medida, creando una fuerte disparidad de género, ya que el 14% (693) de las mujeres son niñas y el 79% (4.000) son mujeres jóvenes. En cuanto a los ancianos, el 11% (106) son hombres y el 7% (352) son mujeres. La guerra ha provocado así un doble desequilibrio, de género y generacional, privando al país de su población masculina activa en edad de trabajar. Al final de la guerra, las mujeres seguían trabajando más que los hombres. La población masculina había disminuido hasta casi desaparecer.

Después de 1870, el Ejército, como todo lo demás, estaba en ruinas, unos pocos oficiales supervivientes intentaron reorganizarlo pero seguía siendo muy rudimentario. El ejército paraguayo estaba totalmente desorganizado, los oficiales solo tenían una educación general y militar muy básica.

El Gobierno paraguayo firmó un contrato con el Ministerio de Guerra alemán para enviar una misión militar con el fin de reorganizar el ejército paraguayo (20 de enero de 1914). Llegaron ocho oficiales alemanes, que poco después fueron retirados por el Gobierno alemán, el 4 de agosto de 1914. En 1919, siete ex oficiales alemanes fueron reclutados en forma privada. Entre 1920 y 1921, veinte oficiales del Ejército alemán en Paraguay fueron empleados al servicio del ejército y de la marina en diversas profesiones.

Misión militar francesa

Las escuelas militares de mayor interés para los militares paraguayos fueron la Escuela de Saint-Cyr, la Escuela de tiro de Mourmelon, la Escuela de Infantería y de Aplicación de tanques de Versalles. La misión de los oficiales paraguayos era estudiar a fondo la Infantería francesa: Formación de tropas, formación de cuadros, utilización táctica de las armas precedida de tiro con el objetivo de formar cuadros militares en la escuela de infantería. El sacerdote Chenú, del colegio San José de Asunción (1925) dictó el curso de francés en la Escuela Militar, por iniciativa del general Manlio Schenoni, inspector general de la Armada y director de la Escuela Militar. En 1915 se creó la Escuela Militar de la que egresaron la mayoría de los oficiales.

La primera misión militar francesa llegó el 8 de junio de 1926, compuesta por un jefe de misión, el comandante Coulet (1925-1931); cinco oficiales y un mecánico de aviación; Belin (cuadro especial) 1927-1930; Fromont (aeronáutica) Moulin (ingeniería); Thelier (caballería), y Robert Pommier. Los oficiales regresaron a Francia en 1929, salvo el jefe de escuadrón de artillería, Langlois y el mecánico que se quedaron temporalmente. Los instructores franceses participaron en la formación de los soldados paraguayos que lucharon en la Guerra del Chaco.

En 1935, al final de la Guerra el Chaco, tras su entrada triunfal en, Asunción (22 de agosto) el general Estigarribia solicitó tres oficiales para organizar una escuela de guerra en Asunción, con el objetivo de formar un cuadro de profesores durante un periodo de tres años.

El general Estigarribia, francófilo y antiguo alumno de la Escuela Superior de Guerra francesa, de la 47 promoción, deseaba estrechar lazos debido a sus sentimientos de gratitud y admiración por Francia. Patriotismo es hacer lo necesario para defender y desarrollar el país, dijo.

El presidente de Paraguay, Coronel Rafael Franco, solicitó en 1937 la renovación de la misión francesa en Paraguay por un periodo de tres años, renovable por periodos de un año, con las gestiones de la representación diplomática de Paraguay en París, el encargado de negocios, Ramón Víctor Caballero de Bedoya (residente en París, 1911-1978) (médico, hijo del general Bernardino Caballero y de Concepción Díaz de Bedoya (viuda del presidente Juan Bautista Gil).

Bajo el gobierno de Félix Paiva, el coronel Juan B. Ayala, ministro de Guerra y Marina firmó un acuerdo con Francia, según el cual se enviaría al país una misión militar francesa para organizar la Escuela de Guerra. En efecto, debido a las secuelas de la Guerra del Chaco, el ejército se encontraba en malas condiciones, con soldados que vestían uniformes harapientos y andrajosos. Los oficiales estaban mucho más preocupados por intervenir en la política del país que por educar a sus soldados, tales eran las críticas de la época.

La segunda misión francesa llegó el 7 de marzo de 1938, el teniente coronel Ernest Emile Abel Petit, de Infantería, Saint-Cyr, y la Escuela de Enlace y Señales de Versalles; comandante Pierre Paul Marie Clermont (artillería); Daniel Sylvain Paul, Vignolles (ingeniería); capitán Paul Emile, Angenot, (caballería); y Capitán, Louis Mongin (cuadros especiales).

Militares paraguayos en la Escuela militar de Saint-Cyr

Escuelas militares de Argentina, Chile y Alemania han acogido a militares paraguayos para su adiestramiento.

En Francia, la prestigiosa Escuela Militar Imperial de Saint-Cyr ha acogido a numerosos militares paraguayos, entre ellos Hermógenes Miltos y Eduardo Estigarribia.

En la clase de la promoción Sultán, los paraguayos Rivas y Gil (1866-1868) (en plena Guerra de la Triple Alianza). mariscal José Félix Estigarribia, de la 47ª promoción (1925-1927); Juan B. Ayala de la 49ª promoción (1927-1929); Nicolás Delgado de la 52ª promoción (1930-1932); Garay, de la 58ª promoción (1936-1938); y Luis Santiviago de la 60ª promoción (1938-1940). El teniente-Coronel Alfredo Ramos también formó parte de la Escuela de Saint-Cyr.

El coronel Garay, jefe de Estado Mayor del general Estigarribia durante la Guerra del Chaco, fue nombrado experto militar en la Conferencia de Paz de Buenos Aires de 1935 y enviado a Francia a principios de 1936 para estudiar en la École Supérieure de Guerre. Sorprendido en París por la revolución paraguaya de febrero de 1936, se negó a unirse al gobierno de Franco y regresó a Buenos Aires.

Referencia: Archivos militares del Service Historique de la Defense – París, Francia; Archivos diplomáticos del Quai d’Orsay, París, Francia.