La jefa del FMI, junto con David Malpass, el presidente del Banco Mundial, consideró que la epidemia que golpea la oferta y la demanda mundiales exige una “respuesta global”. Este mal “no es ya una cuestión regional, es un problema global que requiere una respuesta global”, sostuvo. “En tiempos de incertidumbre es mejor hacer más que no hacer lo suficiente”, añadió Georgieva.
El crecimiento global en 2019 fue del 2,9%, y en enero el FMI aún anticipaba una expansión del 3,3% para 2020. Según la directiva, la evaluación del impacto es difícil porque aún persiste una incógnita mayor, sobre la duración de la epidemia, que afecta aproximadamente a un tercio de los 189 países miembros del organismo financiero multilateral.
CRISIS. El Fondo estudia la situación, país por país, para medir el impacto de la forma más exacta posible, pero Georgieva aclaró que no deberían esperarse cifras precisas hasta dentro de “varias semanas”.
El virus paralizó industrias y viajes de negocios o turismo, además de infectar a unas 93.000 personas en el mundo y matado a más de 3.200 sobre todo en China, epicentro de la epidemia, mientras se expande por el mundo.
Los países miembros del FMI prometieron ayer brindar “todo el apoyo necesario para limitar el impacto” de la epidemia de coronavirus, sobre todo en los países más vulnerables, tras una conferencia telefónica del comité monetario y financiero del organismo.
“Hemos pedido al FMI que utilice todos los instrumentos de financiación a su disposición para ayudar a los países miembros necesitados”, indicaron los integrantes del fondo internacional.
Georgieva dijo que el FMI puso a disposición 10.000 millones de dólares para préstamos a interés cero, destinados especialmente a los países más frágiles.
El Banco Mundial anunció el martes un plan de urgencia de 12.000 millones de dólares para ayudar a los países que precisan “tomar medidas eficaces” para contener la epidemia, salvar vidas y atenuar el impacto económico del coronavirus”.
Los anuncios se suman a un recorte de urgencia de medio punto de las tasas de interés de la Reserva Federal estadounidense (Fed), que fue recibido con escepticismo por los mercados financieros globales, luego de la peor semana de la principal plaza bursátil desde 2008.