11 ago. 2025

El Covid fortaleció la fe y unidad familiar de Leny

FORTALEZA. Aunque Leny Enciso perdió a su madre debido al terrible Covid-19, ella lo superó tras una dura batalla y fortaleció su fe en Dios y unió más a su familia.

La historia de Leny Enciso Delgadillo es un relato de resiliencia, de resistencia y de mucha fe. En varios momentos, esta profesional, esposa y madre de dos niños, Benjamín (14) y Giuliana Sofía (7), pensó que ya no podría resistir. “Sentí la presencia de Dios en mi vida, me salvé de milagro. Hoy les digo, no hay que perder la fe”, confiesa.

El implacable virus se llevó a su madre Porfiria Delgadillo (86), quien tenía Parkinson. El primero en presentar síntomas fue su esposo Juan Carlos, luego ella y su madre.

“Me tocó pasar unos meses muy difíciles. Creí que no iba a poder vencer a esta enfermedad. Es increíble como el Covid-19 causa estragos terribles dependiendo de cada organismo”, señala Leny, quien se desempeña en el área contable de una empresa agroveterinaria.

Ella padece la enfermedad autoinmune amiloidosis, pero está tratada, y no creyó que le tocaría estar al borde de la muerte. “Yo volví a nacer, y agradezco a Dios esta oportunidad”, dice.

Leny empezó con síntomas leves, dolor de cabeza, un poco de tos, lo que después se convirtió en incontrolables ataques, y falta de aire, hasta no poder ni caminar. Al dar positivo empezó el aislamiento, primero como paciente ambulatorio, y luego atravesando varias internaciones. “Hubo momentos en los que no me podía levantar de la cama, no podía ni abrir los ojos, ni tragar ni agua del dolor de garganta. Me sentía terriblemente mal. Es indescriptible lo que se siente, creí que moriría”, detalla.

Su esposo tuvo dos días de fiebre y tos y el cansancio que genera el virus. “Pero sacaba fuerzas para cuidar a los niños y recorrer para ayudarme en mi internación”, refiere.

LA PARTIDA DE LA MADRE. Lo más doloroso para ella fue no poder pasar últimos días con su madre, a quien consideraba “su centro, su pilar” y sentir la impotencia de no poder hacer nada, ya que ella misma estaba muy grave. Esta experiencia se sumó a su propia lucha con la enfermedad.

“No pensamos que el 13 de febrero sería el último cumpleaños compartido con nuestra madre”, comenta y resalta que ella y toda su familia siempre cuidaron todos los protocolos sanitarios, teniendo en cuanta la vulnerabilidad de su madre, y aún así les tocó pasar la cruda experiencia.

SOLIDARIDAD. En este tiempo Enciso comprobó su propia fortaleza, y sintió el apoyo de familiares, vecinos y amigos. “Rescato el apoyo de mis amigas, compañeros, y ex compañeras de trabajo, verdaderos ángeles que hicieron de todo para apoyarme. Contribuían con los gastos que son altísimos, oraban, traían provistas, etc. Estaré eternamente agradecida”, dijo.

También destaca la solidaridad y humanidad de sus empleadores y los de su esposo, quienes les dieron el tiempo para recuperarse y volver a trabajar. “No todos aguantan tanto tiempo, y yo pude volver tras dos meses de reposo”, remarca.

Una experiencia durísima
Leny Enciso pasó una dura experiencia a causa del Covid-19. Su esposo y su madre también dieron positivo, y esta última no sobrevivió. Tuvo neumonía severa de ambos pulmones, que quedaron muy afectados, e incluso, hubo una negligencia que agravó su diagnóstico. Hasta los médicos resaltaron que ella seguía con vida de milagro. Su vivencia rescata la gran solidaridad de familiares, amigos, vecinos, que ayudaron y siguen apoyando hoy su rehabilitación.