“Estoy muy contento porque a través de un programa de televisión en Estados Unidos se reconozca a la gastronomía”, dijo hoy José Andrés a Efe, al tiempo que subrayó la importancia de que sea un “medio de comunicación estadounidense, en un país tan grande, el que reconozca a la cocina española·

El cocinero español José Andrés (i), acompañado por la humorista Kathy Griffin (d) y el chef Tom Colicchio (c), participa hoy en el programa de televisión en el que fue galardonado “por su ingenio y creatividad” como mejor cocinero mediático de EEUU. EFE | Ampliar imagen
El premio le fue entregado al español en un programa de la cadena, presentado por la humorista Kathy Griffin, que protagoniza la serie “My Life on the D-List”, y en el que también se premió al restaurante “Bar Boulud” de Nueva York, que regenta el chef francés Daniel Boulud, como “el más delicioso” del territorio estadounidense.
El cocinero asturiano participa estos días en el “Food and Wine Festival”, que se celebra del 13 al 15 de junio en Aspen (Colorado), y en donde anoche preparó la cena de bienvenida, en la que también estuvieron presentes los vinos españoles a través de la asociación “Wines of Spain”.
José Andrés, que tiene varios restaurantes en el área de Washington y un programa de cocina en la cadena de televisión pública estadounidense PBS, fue premiado por “su ingenio y su creatividad”, y competía con otros prestigiosos cocineros como David Chang, Suzanne Goin y Michael Psilakis.
Durante la emisión del programa Kathy Griffin retó a José Andrés y a uno de los chefs más mediáticos de EE.UU., Tom Colicchio, jurado del exitoso reality show “Top chef”, a que se enfrentaran en un duelo culinario en directo.
Colicchio, que cuenta en su haber con cinco premios de la Fundación James Beard, los conocidos como Óscars de la cocina, es el fundador del restaurante neoyorquino Gramercy Tavern, reconocido como el restaurante más de moda en la Gran Manzana en 2003 y 2005.
Respecto a la posibilidad de instalarse en Manhattan, José Andrés dijo a Efe: “en Washington tengo mucha gente que viene a comer a mis sitios, incluso desde Nueva York”.
El cocinero, afincado desde hace casi dos décadas en EE.UU., cuenta en el área estadounidense con un establecimiento, Minibar, que define como una particular “oda a la gastronomía”, y en donde solo da de comer a 12 personas cada día.
“Estoy repitiendo algo parecido en Los Ángeles. ¿Por qué allí? Porque era un proyecto muy bonito con (el arquitecto) Philip Starck, y he decidido cambiar de costa. En Nueva York, digo yo que en tres o cuatro años me verán por aquí. Queda un poquito, pero ya no queda tanto”, agregó.