El cartismo está fortalecido y con ello quedó atrás la incipiente tensión entre el presidente Santiago Peña y algunos actores de Honor Colorado, que llevó a dar indicios de una eventual formación del peñismo. Pero este fenómeno acabó antes de nacer y todo apunta a que el mandatario no tiene intenciones de despegarse de su mentor, aunque le cueste su legitimidad y reputación.
De hecho, esta separación era el interés de Estados Unidos, que fue revelado en un documento filtrado del gobierno de Joe Biden como parte de su ruta de lucha contra la corrupción en Paraguay.
Este es uno de los motivos por el que Horacio Cartes necesita controlar la Justicia, señala el análisis, atendiendo a que sobre él pesa la declaración de significativamente corrupto y las sanciones a sus empresas, además de expedientes que lo vinculan al lavado de dinero.
También por ese motivo, el cartismo se movió con premura para ubicar a sus principales referentes en el Consejo de la Magistratura y el Jurado de Enjuiciamiento.
Dos cabezas. Para el analista, la relación entre el gobierno y el partido de gobierno conformó una bicefalia entre Peña y Cartes. “Una cabeza controla el partido de gobierno y otra cabeza ha asumido la presidencia del gobierno. Gracias a ella, el líder del partido ha logrado que el gobierno siga las directivas políticas del mismo en ciertas áreas concretas. Así pues, el gobierno es prácticamente un sostenedor del partido bajo la tutela del expresidente”, expresa Caballero.
Otro elemento de fuerza para la Asociación Nacional Republicana (ANR) es que ha logrado disciplinarse y compactarse, bajo tutela de su presidente, Horacio Cartes, según precisa el informe de Cadep.
Esto se pudo ver desde la conformación de las mesas directivas en ambas cámaras, y quedó descartado que los colorados fueran a dividirse en bancadas o que Fuerza Republicana conforme una alianza con la oposición. “Lo que se ha podido observar es una suerte de doble hegemonía. Honor Colorado ha logrado hegemonizar el Partido Colorado y el Partido Colorado ha logrado hegemonizar el sistema político. La resultante ha sido la capacidad de disciplinar el comportamiento de la bancada oficialista, como pocas veces visto en la era democrática”, sentencia el análisis.