El Banco Mundial corrigió a la baja las perspectivas económicas para el país. Estima que el 2022 cerrará con un crecimiento económico de 0,7%, alejándose del 4% que pronosticó en enero pasado.
En su informe sobre perspectivas económicas mundiales, el organismo internacional advirtió ayer sobre un aumento de riesgo de estanflación con consecuencias potencialmente perjudiciales para las economías de ingreso mediano y bajo.
En ese sentido, corrigió las proyecciones para los diferentes países, incluyendo Paraguay, donde prevé una caída de 3,3 puntos respecto a la estimación que lanzó a principios de año. Asimismo, espera que la situación vaya mejorando, atendiendo las estimaciones de crecimiento de 4,7% para el 2023 y de 3,8% para el 2024, cifras mejores de las que anunció en enero pasado.
A nivel mundial se aguarda un decrecimiento del 5,7% que se registró en 2021 al 2,9 % en 2022, un porcentaje considerablemente menor que el 4,1% que se anticipó en enero. Este comportamiento obedece a los daños provocados por la pandemia del Covid-19 con el agravante que representa la invasión rusa a Ucrania para la desaceleración económica.
“Los mercados están expectantes, por lo que es urgente fomentar la producción y evitar las restricciones comerciales. Se requieren cambios en las políticas fiscales, monetarias, climáticas y de endeudamiento para contrarrestar la asignación inadecuada de capital y la desigualdad”, recomendó al respecto el presidente de Grupo Banco Mundial, David Malpass.
Equilibrar la necesidad de garantizar la sostenibilidad fiscal con la necesidad de mitigar los efectos de las múltiples crisis en los ciudadanos más pobres se instala como uno de los desafíos en el contexto actual.
Finalmente, el organismo también sugirió que los encargados de formular las políticas se abstengan de implementar políticas distorsionadoras, como controles de precios, subvenciones y prohibiciones de exportación, que podrían acrecentar el reciente aumento en los precios de los productos básicos.
La Región. La guerra en Ucrania está teniendo efectos sustanciales en América Latina, a raíz del aumento de los precios de las materias primas, además del crecimiento mundial más débil, de acuerdo al informe.
En el caso de Paraguay, se observa que será el país con menos crecimiento de la región. Por encima se ubican Brasil, con 1,5%; Uruguay, con 3,3%; seguido de Bolivia, con 3,9%, y Argentina, con 4,5%.
En general, la región podría bajar su crecimiento económico bruscamente a 2,5% este 2022. Si bien hay pronósticos de buenos precios para la materia prima que provee América Latina, los problemas de producción están frenando los beneficios.