La suba de la tasa arrancó en agosto de 2021, en plena pandemia, cuando de 0,75% subió a 1% y ese año culminó en 5,25%; en 2022 varió desde el inicial 5,5% hasta los 8,5% de setiembre, que se mantuvo hasta ahora. Es la primera vez en más de un año que el BCP resuelve no elevar y mantener su tasa.
En su evaluación, el BCP mencionó que las perspectivas de crecimiento económico mundial para 2022 se mantuvieron con respecto al mes anterior, mientras que las del 2023 se redujeron. En cuanto a los commodities, los precios de la soja, trigo y maíz se han moderado en las últimas semanas y se destaca la corrección a la baja en los pronósticos del precio del petróleo para 2022 y 2023.
En el plano doméstico, el Indicador de Actividad Económica (Imaep) creció 5,3% interanual en agosto, explicado por los buenos resultados en agricultura, ganadería, electricidad y agua, manufactura y servicios, mientras que construcción registró nuevamente una caída, según el BCP. Mientras que al cierre del mes de agosto, la variación acumulada del IMAEP fue -1,8%. Respecto a los precios domésticos, la inflación mensual se situó en -0,1% en septiembre, explicada principalmente por la reducción de la tarifa del servicio de energía eléctrica.
La Cifra
8,5%
es la tasa de política monetaria, nivel que se mantiene por un mes más, desde setiembre pasado, en que llegó a ese nivel.