13 jun. 2025

El asesino, un coreano depresivo y perturbado

Cho Seung-Hui, estudiante surcoreano de la Universidad de Virginia, fue identificado como el autor de la masacre. El atacante, de 23 años, con residencia legal en EEUU, había mostrado un comportamiento errático.

AP
Blacksburg
El hombre sospechoso de la masacre que dejó 33 muertes el lunes en la Universidad Virginia Tech era un surcoreano de 23 años que cursaba estudios de literatura inglesa en esa institución y cuyos escritos eran tan ''perturbadores’’ que en determinado momento fue derivado a un terapeuta de la institución.
Versiones de prensa dijeron también que Cho Seung-Hui habría estado tomando drogas antidepresivas, que paulatinamente se hizo más violento y errático, y que dejó una nota en su dormitorio en la cual criticó a los ''chicos ricos’’, la ''degeneración’’ y los ''charlatanes mentirosos’’ de la universidad.
El atacante, Cho Seung-Hui, llegó a EEUU en 1992 procedente de Corea del Sur, cuando era un niño, y creció en los suburbios de Washington DC, dijeron las autoridades. Vivía en un sector de la universidad en una residencia de estudiantes diferente a donde comenzó el lunes la matanza –la peor en la historia estadounidense.
''El era un solitario, y estamos teniendo dificultades para encontrar información sobre él’’, dijo Larry Hincker, vocero de la universidad.

UN JOVEN PERTURBADO. La profesora Carolyn Rude, directora del Departamento de Literatura Inglesa de la universidad, dijo que no conocía personalmente al atacante. Pero señaló que había hablado con Lucinda Roy, directora de creación literaria del departamento, quien tuvo a Cho en una de sus clases y lo describió como un ser ''perturbado’’.
Cho incluso fue derivado a un terapeuta de la institución, pero ignoraba cuál fue el resultado.
El periódico The Chicago Tribune dijo en su sitio de internet que Cho dejó en el cuarto de su residencia una nota con una extensa divagación con sus quejas. El diario dijo, citando fuentes no identificadas, que en fecha reciente el estudiante mostró señales de perturbación mental, como causar un fuego en la residencia y acechar a algunas mujeres.

“ME OBLIGARON A HACERLO”. La red de televisión ABC, que citó fuentes policiales, dijo que la nota, de varias páginas, explica las acciones de Cho y dice, ''Ustedes me obligaron a hacerlo’’.
La policía universitaria dijo que Cho se suicidó, elevando a 33 la cifra total de muertos. Por lo menos 20 personas fueron llevadas a hospitales luego del segundo ataque, algunas heridas de gravedad.
El Departamento de Seguridad Interna confirmó que Cho era un residente permanente legal.
Las huellas digitales de Cho fueron encontradas en las armas de fuego usadas en los tiroteos.
Un policía dijo que Cho llevaba consigo una mochila que contenía recibos de la compra de una pistola Glock de 9 milímetros por 571 dólares. La pistola, una Walther 22 milímetros, fue adquirida en marzo.