15 may. 2025

El agradecimiento de María; nuestro deseo de Dios es socorrido por Él

María ha caminado deprisa hasta el lugar donde viven Isabel y Zacarías. Al llegar comprueba que es verdad todo lo que le ha dicho el ángel. Lo creía firmemente, pero ver a su prima esperando un hijo la llena de gozo.

Para María fue posiblemente un gozo inmenso poder compartir con alguien lo que llenaba su corazón. Al saludar a Isabel se dio cuenta rápidamente de que ella ya sabía todo. Hasta ahora había mantenido la noticia en lo más íntimo de su corazón.

“Proclama mi alma las grandezas del Señor, y se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador” (Lc 1,46). A María le impresiona cómo hace Dios las cosas y la razón por la cual se sirve de ella: “Porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava” (Lc 1,48). María se siente mirada de una forma especial por Dios y esa convicción la lleva a dar gracias.

Seguramente María nunca había soñado con hallar tanta gracia delante de su Creador.

A la vez, por la experiencia del pecado, también puede suceder que a veces nos sintamos un poco ajenos a este agradecimiento porque no podemos olvidar que “la capacidad perceptiva para con Dios parece casi una dote para la que algunos están negados.

Y, en efecto, nuestra manera de pensar y actuar, la mentalidad del mundo actual, la variedad de nuestras diversas experiencias, son capaces de reducir la sensibilidad para con Dios, de dejarnos “sin oído musical” para Él”[1].

No nos ha de inquietar esa falta de oído. Santo Tomás de Aquino nos tranquiliza: “Tan espléndida es la gracia de Dios y su amor a nosotros que hizo Él más por nosotros de lo que podemos comprender”[2]; es decir, aunque nuestra capacidad para sintonizar con Él pueda estar menguada, la gracia de Dios va mucho más allá y nos socorre.

Dios se vuelca con cada una de sus hijas e hijos con toda su intensidad. No esperó a que fuéramos buenos para amarnos, sino que se dio a nosotros gratuitamente (...).

De un corazón agradecido brotan con facilidad deseos de correspondencia y de generosidad. Podremos alcanzar la verdadera felicidad y el compromiso total para devolver amor por amor solo cuando dejemos que nuestro corazón reaccione con agradecimiento.

(Frases extractadas de https://opusdei.org/es/article/meditaciones-22-diciembre/)