La televisión estatal transmitió imágenes del encuentro privado, y sin declaraciones, en el Palacio Presidencial de Miraflores en Caracas.
Horas antes, EEUU dos anunció que el enviado especial pedirá al presidente Maduro que repatríe “a todos los criminales y pandilleros venezolanos” sin condiciones porque de lo contrario “habrá consecuencias”.
“El presidente Trump espera que Nicolás Maduro recupere a todos los criminales y pandilleros venezolanos que han sido exportados a Estados Unidos, y que lo haga de manera inequívoca y sin condiciones”, declaró el enviado especial de Estados Unidos para América Latina, Mauricio Claver-Carone, en rueda de prensa.
Grenell insistirá además en que “los rehenes estadounidenses que están retenidos en Venezuela (...) deben ser liberados de inmediato”, añadió.
“De lo contrario habrá consecuencias” porque “no es una negociación a cambio de algo”, advirtió.
En cuanto regresó a la Casa Blanca para un segundo mandato el 20 de enero, Trump firmó un decreto que declara a los cárteles mexicanos y a la banda venezolana Tren de Aragua “organizaciones terroristas”.
Pero el republicano no solo considera criminales a los miembros de este grupo nacido en una cárcel de Venezuela y con tentáculos en varios países, sino a cualquier migrante que haya entrado ilegalmente en EEUU.
Y quiere expulsar a la mayor cantidad posible de ellos.
En su intento tropieza con el recelo de países como Venezuela, Nicaragua y Cuba a aceptarlos e incluso se ha fraguado una crisis con otros que suelen recibirlos como Colombia, por haberlos expulsado en aviones militares y a veces con grilletes.
“Venezuela los tiene que aceptar, es su responsabilidad”, recalcó Claver-Carone.
La administración republicana aplica mano dura contra la inmigración ilegal: ha lanzado redadas en varias ciudades y tumbado las vías legales establecidas por su predecesor demócrata Joe Biden que permitían la entrada legal y la solicitud de asilo. AFP