09 ago. 2025

EEUU: “Diferencias reales” congelan negociación sobre techo de la deuda

La pulseada entre la administración Biden y el bloque republicano del Congreso entró en un compás de espera, luego de una semana marcada por un intenso lobby ante a los nubarrones de la recesión.

La negociación en Estados Unidos sobre el techo de la deuda entre la Administración de Joe Biden y el Congreso se ha estancado, según admitieron ayer ambas partes, que han incrementado los contactos esta semana para intentar alcanzar un acuerdo.

El principal interlocutor en el equipo negociador republicano, el legislador Garret Graves, indicó ayer al salir de una reunión que han decidido apretar el botón de “pausa” porque las discusiones no estaban siendo “productivas”.

Y desde la misma Presidencia también se admitió la falta de avances: “Hay diferencias reales entre las partes en temas de presupuesto y las conversaciones serán difíciles. El equipo del presidente está trabajando arduamente para lograr una solución bipartidista razonable que pueda ser aprobada por la Cámara y el Senado”, dijo un cargo de la Casa Blanca.

El líder de la minoría conservadora en el Senado, Mitch McConnell, culpó de este impasse a Biden por no haber abordado el asunto antes con el líder de la Cámara de Representantes, el conservador Kevin McCarthy.

En efecto, McCarthy, suscribió que existen “reales diferencias” en la discusión de aumentar –o no– el límite de endeudamiento del país para evitar un default.

“No podemos gastar más dinero el próximo año” fiscal, sostuvo el republicano, en una pulseada con la Casa Blanca que se extiende desde hace semanas, cuando se acerca la fecha del primero de junio y Estados Unidos podría entrar en una inédita moratoria.

Los republicanos continúan insistiendo en que Biden debe recortar el gasto público si quiere obtener su apoyo para subir el techo de endeudamiento del país, un tope cuyo aumento o suspensión es resorte del Congreso.

Tira y afloja. Los demócratas en tanto, sostienen que las dos cosas no pueden ligarse y quieren un aumento de la capacidad de emisión de deuda sin condiciones.

El campo oficialista presenta las conversaciones ahora pausadas como una oportunidad de discutir el presupuesto. Pero, ayer la Casa Blanca reconoció las dificultades de avanzar con sus contrapartes republicanos.

“Hay reales diferencias entre las partes en temas presupuestarios y las conversaciones serán difíciles”, dijo un funcionario de la Casa Blanca en una declaración previa a la de McCarthy. “El equipo del presidente está trabajando duro para encontrar una solución bipartidista razonable que pueda ser aprobada por la Cámara (de Representantes) y el Senado”, añadió. El presidente, que se encuentra en la cumbre del G7 en Japón, acortó su gira por Asia para regresar antes a Washington y tratar de obtener un acuerdo.

Biden y McCarthy sostuvieron dos reuniones en los últimos días a medida que se acerca el plazo que según el Departamento del Tesoro podría poner a Estados Unidos entre la espada y la pared.

Los republicanos reclaman bajar el gasto público y el déficit fiscal, y quieren reducir la emisión de deuda que habitualmente permite cubrir esa brecha.

Demócratas y republicanos no se ponen de acuerdo sobre este aumento de la capacidad de emisión de deuda de Estados Unidos, a pesar de que es indispensable para que el país honre sus pagos a acreedores, proveedores, pague salarios de los funcionarios públicos y las pensiones.

Subir el límite de la emisión de deuda suele ser un trámite rutinario en el país, que usa este sistema dependiente del Congreso desde hace décadas. Pero esta vez, como viene ocurriendo con más frecuencia, el asunto es objeto de una pulseada política.

Estados Unidos superó en enero el límite máximo de emisión de deuda pública, que es de 31,4 billones de dólares, y desde entonces se han aplicado medidas extraordinarias que solo permiten cumplir con las obligaciones por un tiempo.