“No se trata de si el coronavirus se propagará por los Estados Unidos, sino de cuándo y cuántas personas tendrán una enfermedad grave”, dijo en una teleconferencia Nancy Messonnier, directora del Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias, de los CDC.
Las últimas cifras oficiales apuntan a que hay 53 casos confirmados del coronavirus COVID-19 en Estados Unidos, de los cuales 36 corresponden a pasajeros del crucero Diamond Princess que estuvo anclado en Japón y que fueron repatriados la pasada semana.
Mientras, China, epicentro de la enfermedad, contabiliza ya más de 77.000 casos y más de 2.600 muertos, al tiempo que el número de contagios y fallecimientos continúa creciendo en otros países como Corea del Sur, Irán e Italia.
Los más de 80.000 casos a nivel global han llevado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a advertir a los países que se preparen para una potencial pandemia.
Los CDC coincidieron en que la enfermedad se está expandiendo y evolucionando rápidamente, por lo que es inevitable que se propague por el país, e instó a las familias de EEUU a prepararse para una posible pérdida de ingresos económicos.
Además, recomendaron hacer planes porque la previsible propagación del virus COVID-19 por el país suponga una interrupción significativa de la vida cotidiana debido, por ejemplo, al cierre de escuelas y guarderías.
Messonnier explicó que ella misma se había sentado con su familia para hablar de medidas de prevención. EFE