Ecuador sigue a paso firme

Ecuador ganó con lo justo ayer. Es decir, con lo que hay que hacer para triunfar cuando se trata de jugar de local y de ir al Mundial: con una mezcla de juego físico, paciencia e inteligencia cuando no salen las cosas, cuando el rival ubica un frontón enfrente como colocó Venezuela en Quito, a casi 3.000 metros de altura.

Se cerraron bien atrás los venezolanos, quienes trataron de salir de contra llevando algún que otro peligro al arco de los locales.

Estos, por su parte, en cada jugada buscaron el arco contrario con una velocidad que ayer no fue efectiva en gran parte del juego, tal vez a raíz de la ausencia de sus delanteros titulares, Enner Valencia y Michael Estrada. A Plata y Preciado les costó conectarse con Reasco, por lo que permanentemente bloqueados por la defensa de la Vinotinto, a la que presionaron bien arriba.

El equipo de Gustavo Alfaro, sin embargo, llegó al único gol del partido de la manera ante la que, finalmente, Venezuela tenía menos mecanismo aceitado para controlar al rival: la pelota parada. Jeremy Sarmiento pateó un tiro libre al borde del área, cuyo centro fue aprovechado por Piero Hincapié para convertir el 1-0 a los 41 minutos, con ayuda fatídica del portero venezolano, Rafael Romo, el reemplazante del bueno de Wuilker Faríñez.

El 1-0 no trajo tranquilidad para los locales. La misma fórmula que dio el gol a los locales fue utilizada en los últimos minutos por Venezuela, que tuvo tres tiros de esquina. En uno de ellos, el cabezazo de Luis Martínez pudo haber decretado el gol del empate, pero no fue así. Ecuador marcha firme en el tercer lugar hacia el sueño mundialista de Qatar.