La variación acumulada desde enero, de esta manera, ingresa a la senda negativa y reporta una caída de 0,2%, según últimos registros del Banco Central del Paraguay (BCP). Al cierre del primer trimestre del año, este indicador se encontraba en 3,3% y el impacto de la emergencia sanitaria se empezaba a traducir en una retracción interanual (comparada con marzo de 2019) de 1,1%.
Así, se corta de manera abrupta y definitiva el crecimiento que se vino marcando en enero y febrero - antes del estallido de la pandemia (ver infografía). Esta tendencia se marca a pesar de que la producción agrícola arrojó resultados auspiciosos por el rebote de la soja, rubro que en el 2019 sufrió los efectos de la sequía. Para el cierre del corriente año, el BCP prevé una caída de 2,5% del producto interno bruto (PIB), resultado muy diferente al crecimiento de 4,1%, de diciembre pasado.
En el informe de Índice de Actividad Económica del Paraguay (Imaep), la banca matriz relata que los sectores más golpeados en abril de 2020 fueron los servicios, la industria manufacturera, la generación de energía eléctrica, la construcción y la ganadería.
En el segmento terciario, destaca que solo las telecomunicaciones tuvieron un comportamiento positivo, ya que se resintieron las actividades de hoteles y restaurantes, comercio, servicios a las empresas, transporte, servicios a los hogares, intermediación financiera y servicios gubernamentales. En cuanto a las construcciones, el BCP aclara que el perjuicio provino principalmente del sector privado, que detuvo su ritmo de producción en el marco de la emergencia sanitaria.