EFE
Los orgullosos padres del príncipe de Cambridge, que actualmente se encuentran en la residencia de los padres de Catalina, Carole y Michael Middleton, en el pueblo inglés de Bucklebury, pasarían así algunos meses en el campo antes de volver a su primera residencia, el palacio de Kensington en Londres.
La agencia local británica Press Association (PA) afirma hoy que varios “ayudantes reales” habrían recibido a primeros de año la orden de preparar la mansión, situada a pocos kilómetros de Sandringham, una de las residencias oficiales de Isabel II en el condado de Norfolk, para la llegada de la nueva familia este verano.
Anmer Hall acogió por última vez a miembros de la familia real británica entre 1972 y 1990, cuando el inmueble de estilo victoriano fue ocupado por el príncipe Eduardo, duque de Kent, y su esposa.
La renovación de la mansión habría incluido, según PA, nuevas habitaciones recubiertas de madera y un espacio ajardinado cubierto para protegerse de la lluvia.
Los terrenos que circundan la propiedad, perteneciente a la familia real desde 1898, están ocupados por empresas que han anunciado que los “royals” volverán de manera inminente.
La compañía maderera Norfolk Oak asegura en su página web que próximamente se mudará de Anmer Hall, que “pronto acogerá a la realeza una vez más”, en clara alusión a los duques de Cambridge, según indica el sensacionalista “Daily Mail” en su versión digital.
La mansión se convertiría así en segunda residencia oficial de Guillermo y Catalina, pues el palacio de Kensington está siendo renovado para la llegada de la pareja y su primogénito -que nació el pasado 22 de julio- al término de las obras, que concluirán en los próximos meses.
Mientras, el nieto de la reina Isabel II pasará otra semana de baja por paternidad junto al pequeño Jorge en el campo antes de reincorporarse a sus labores como piloto de helicópteros de rescate en Gales, labor que desempeña desde hace tres años y que concluirá definitivamente en septiembre.
Entonces se espera que desde palacio se anuncie cuál será el futuro inmediato del segundo en la línea de sucesión al trono inglés, aunque los medios sugieren que sus nuevas obligaciones le llevarán a Londres para poder asumir más actos oficiales de la Corona.
