06 jul. 2025

Dos mujeres se sacan chispas

Por Rebeca González Garcete

Foto: UH Edicion Impresa

Foto: UH Edicion Impresa

rebecagonzalezg@gmail.com

Sandra Bullock y Melissa McCarthy protagonizan una comedia de acción policial que, más allá de sus esquemas, resulta muy entretenida.

Aunque no es solo eso, mucho tiene que ver la química entre las actrices. Desde el encuentro inicial, los cables se cruzan entre dos personalidades bien opuestas. Nadie como McCarthy para el papel de una policía de armas tomar, que se ha ganado su respetabilidad a base de imponerse (verbal y físicamente) en un mundo dominado por hombres. Shannon Mullins es una agente de policía que resulta temible: nadie (ni sus superiores) desea interponerse en su camino.

Aunque aparentemente opuesta, la agente del FBI Sarah Ashburn (Bullock) tiene bastante en común con Mullins. Desea sobresalir haciendo bien su trabajo, pero se equivoca en el enfoque. Ahora su objetivo es obtener un puesto vacante en la agencia, pero tiene nula aptitud para el trabajo en equipo. Y la misión a la que la envían a otra ciudad es como una prueba en esa lucha por lograr su ascenso. Entre paréntesis, su jefe es el actor mexicano Demian Bichir que está muy bien en su papel: no cae en estereotipos.

Por supuesto, al principio es puro odio entre ambas mujeres. Para empezar, el aire de superioridad de Ashburn choca de bruces con el carácter hosco y primitivo de la policía Mullins. Pero luego de varias escaramuzas y situaciones bastante jocosas, deciden unir fuerzas en la investigación tras los pasos de un misterioso y sanguinario jefe narco.

Ese paso de detestarse a ser amigas se desarrolla de una manera creíble, y con un buen timing cómico por parte de las actrices. Bullock tiene un registro que todos conocemos. Hace uso de él aquí, sin nada nuevo pero con un acierto de tono que no se amilana ante la fuerza cómica de su coprotagonista. Melissa McCarthy se lleva siempre todo por delante. Generalmente, solo ella basta, hasta para levantar una película mediocre. No obstante, un buen guion hizo que ambas demuestren lo que saben hacer pero sin estorbarse, sino más bien complementarse.

El diálogo, en ocasiones chispeante y agudo, tiene una genial carga de sarcasmo y demuestra que no hace falta caer en lo chabacano para generar risa.

Asimismo, la película logra instalar una reflexión sobre el rol de la mujer en un mundo competitivo siempre liderado por hombres. Además, y por extraño que parezca, la película habla también de la vulnerabilidad de los seres que no han tenido una familia que los contenga afectivamente. Y, por supuesto, se destaca el valor de la amistad como lazo. Esta es una de esas películas que uno sabe –y espera– continúen. Bullock anunció que no haría una secuela. Quién sabe. Mientras, esta se disfruta sin remordimientos.