EFE
Las víctimas fueron uno de los asaltantes, que murió en un intercambio de disparos con agentes de seguridad, y un policía jubilado, quien era cliente del banco y realiza una transacción en el local, señaló la Policía Militar de Río en un comunicado.
Los otros cuatro atracadores se entregaron a las autoridades después de casi tres horas de negociación en las que mantuvieron como rehenes a más de 30 personas que ya han sido liberadas.
El herido fue trasladado a un hospital próximo y a los pocos minutos recibió el alta, agregó la información.
Agentes del Batallón de Operaciones Especiales (BOPE), que se encontraban en el lugar de los hechos, establecieron un perímetro de seguridad, participaron de las negociaciones y posteriormente inspeccionaron la oficina bancaria.
La agencia pertenece al banco Santander Brasil y está ubicada en el barrio de Madureira, en la zona norte de la ciudad más emblemática del país.
Este suceso es un ejemplo más de la ola de violencia que atraviesa desde hace meses Río de Janeiro y que ha llevado al presidente brasileño, Michel Temer, a decretar la intervención federal en el área de seguridad del estado de Río.
Con esta decisión, la seguridad en Río quedará hasta finales de este año en manos del Ejército, con el objetivo de reducir los altos índices de violencia que en 2017 alcanzaron 6.731 homicidios, entre ellos más de cien policías y una decena de menores por “balas perdidas”.
