El fuego fue el más grave de la ola de incendios declarados esta semana en Portugal y obligó evacuar varias localidades.
La pasada madrugada, en uno de los períodos más críticos de las tareas de extinción, resultaron heridos seis bomberos y varias casas consumidas por las llamas.
Un portavoz explicó que la probabilidad de expansión del fuego es reducida, aunque subrayó que hay algunos focos que requieren atención, y se mantiene el despliegue unos 700 bomberos, 250 soldados y 30 agentes de la Guardia Nacional.
Además, continúan su trabajo trece aeronaves -incluidos dos españoles- y más de 200 vehículos.
Las autoridades no han facilitado aún las cifras las hectáreas quemadas, pero el perímetro del incendio tiene aproximadamente 75 kilómetros.