Corrientes | Por César Cabrera Conde
@cabreraconde | cecabrera@uhora.com.py
Pasadas las 22.30, la banda de Ricardo Mollo y Diego Arnedo, más Catriel Ciavarella, arrancaron el show. Los tres pisaron suelo correntino después de cinco años, siendo la última presentación íntima en la ciudad argentina en el 2007 y como bien dice el dicho: “Lo bueno se hace esperar”.
Fueron casi tres horas de un show potente, por momentos emotivo y con demasiada energía. A lo largo de la presentación recorrieron gran parte de su discografía. Azulejo fue el tema que abrió el concierto con ese slap de bajo que a todos dejó impresionados.
Luego vino Salir a asustar, y el que quizás sea uno de los mejores discos de Mollo y Arnedo; La era de la boludez. Ya Divididos tenía metida a la gente en el bolsillo y siguieron con Perro Funk, de su último disco de estudio; Amapola del ’66.
Mención especial para Catriel, el joven batero que ingresó a la banda tras la salida de Jorge Araujo.
“El sábado pide un beso, besáme, besáme, besáme” se escuchó con fuerza a continuación en el San Martín de Corrientes.
Mantecoso, dijo Mollo, por otra canción de Amapola que sonó en la noche. Los equipos que tenían detrás suyo eran enormes y sonaban potentes, como bien expresa la letra de la canción. Cabe mencionar que el sonido estuvo muy bueno para la ocasión.
Sonó Salir a comprar y luego la locura de Qué tal, con un solo de bajo impresionante de Arnedo. Después de Tanto anteojo, los muchachos se tranquilizaron un rato. “Para descansar las piernas”, expresó Mollo, ya que veía a la gente poguear ahí en el medio.
Durante esa suite, el trío ejecutó Spaghetti del rock para invitar luego a Diego Florentín, violero que colabora con Divididos en los conciertos. Empezaron los golpes del clásico Sisters y luego los acordes que hicieron delirar al público. Sumado a eso el solo de Mollo, digno de admirar.
Tras eso, Ricardo dijo: “Vamos a tocar una tarantela italiana, que sonaba como reggae, pero en realidad era una tarantela”. Como siempre y en cada concierto, rindieron un pequeño homenaje al fallecido Luca Prodan, líder de la mítica banda: Sumo. Regtest fue el tema escogido para rendirle tributo al tano. Con eso cerraron el descanso y se pararon de nuevo.
Ahí vino otro tributo, el cover de Atahualpa Yupanki, El arriero con ese toque bien rockero que le dieron Mollo y Arnedo. Luego para esos “nenes que se revientan y después le piden la sopa a mamá", como expresó el guitarrista, vino Nene de antes.
Aún faltaban canciones y el público pedía más, no se saciaban con nada. Mollo anunció Amapola del 66 y explicó que se trata de cuando ponían la cara contra la vidriera para admirar una guitarra eléctrica, deseándola.
Después tocaron Hombre en U. Antes, manifestó que es cuando los poderosos quedan arriba y los de abajo mirándolos preguntando "¿Y a mí qué me toca?”, ganándose los aplausos de la gente.
Ahí se vino el tercer homenaje de la noche, para Norberto Pappo Napolitano: Sucio y desprolijo. Siguieron con Paisano en Hurlingham y luego, sin siquiera respirar, empezaron con Rasputín y el “fuck you” al final de la canción en vez de Hey Jude.
“Esta va dedicada a nuestros hermanos que están a pocos kilómetros”, señaló Mollo al referirse a sus fans de Paraguay. Avisaron que se estaban por ir, pero igual siguieron demostrando cariño.
Ala delta indicaba que el fin estaba cerca, pero eso poco parecía importar. De nuevo un cover, esta vez una versión rara de El Ojo blindado para despedirse con El 38. Divididos estuvo bien cargado y arrasó Corrientes con sus canciones. “Esperemos volver cada año para pasar un ratito”, expresó Mollo, quien luego bajó a saludar a la gente.
La banda se vuelve a presentar hoy domingo 22 en la ciudad de Formosa, a pocos kilómetros de Asunción, a partir de las 20.30, en el Anfiteatro de la Juventud. Los que asistan, seguro no se arrepentirán de ir, es un show impresionante, a puro rock and roll.