Una presión del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) para abrir las instituciones educativas y recibir de vuelta a los alumnos denuncian desde una comunidad escolar de Isla Pucú, en Cordillera.
La directora de un centro educativo se declaró en rebeldía y, como se encuentra en aislamiento preventivo, sumado a que de 19 alumnos del tercer año solo uno quiso volver a clases presenciales, no abrió las puertas.
“Desde las supervisiones administrativas y pedagógicas hacen esta presión de reabrir los colegios públicos, primero obligando a todo el plantel docente a que haga presencia, pese a que el decreto habla de un retorno voluntario”, cuenta la directora, cuya identidad protegemos atendiendo que el caso involucra igualmente a una menor.
El escándalo salió a la luz cuando se confirmó un caso positivo del familiar de una estudiante de la zona. La secundaria estuvo hace unos días por el colegio para unos trámites, por lo que tuvo contacto con la directora y otra docente.
Las tres se encuentran ahora en aislamiento preventivo, sin que dieran positivo ni cuenten con síntomas, aseguran desde Salud Pública. Pese a lo que afirman desde el MEC, como el viceministro de Educación Básica, Robert Cano, quien aseguró que el colegio en cuestión está cerrado, desde la comunidad educativa sí indicaron que hubo presiones para abrir desde esta semana.
SIN CONDICIONES
La directora de Isla Pucú comentó que recién tras el escándalo mediático se acercaron desde el ministerio o desde el municipio para dotar de elementos de bioseguridad a la institución.
“Nosotros no estamos en condiciones, creo que es algo que se da en todo el país. Este año recibimos alrededor de G. 750.000 en concepto de gratuidad”, lamenta.
El titular del MEC, Eduardo Petta, manifestó días atrás que aquellos colegios que abran son los que van a recibir la gratuidad. Pero pese a que los institutos abren, siguen sin recibir los insumos necesarios, denuncian docentes.