11 ago. 2025

Diana Frutos: “A veces es bueno un nuevo comienzo”

A los 37 años, Diana Frutos inició su cambió de carrera e intereses y se enfocó en ser una mujer feliz, y acota con humor que hoy, a los 42, es feliz “con mucha menos plata, pero mucho más feliz”. La actriz, escritora y productora no solo dejó su puesto de directora comercial de la empresa de repuestos de su familia, para el que se había preparado en Administración de Empresas y Marketing, por la carrera de Actuación, sino que en el camino, también tomó el desafío de reconquistar su cuerpo, enfocándose en un cambio total más allá de la pérdida de peso.

Diana se sometió al bypass gástrico y perdió 50 kilos en 1 año, una decisión que no fue fácil porque pensaba que las personas que se sometían a esa cirugía eran las que se rendían. “Un día entendí que operarme no era rendirme, me cansé de poner mi vida en pausa y tomé una de las mejores decisiones de mi vida: Vivir sana”, comparte. La intérprete describe su vida de antes como la de una espectadora. “Miraba desde el borde de la pileta liada con 4 metros de pareo negro cómo los demás disfrutaban del agua mientras yo me cocinaba metiendo solo los pies, porque creía que no tenía derecho a mostrar mis rollos y celulitis ya que iba a descomponer el paisaje. Y así miraba todo, desde afuera, sin ser parte, tengo años de fotos acumuladas donde no salía yo porque no soportaba verme”. Y subraya que “fue horrible ser obesa, comía sin tener hambre, sin disfrutar de la comida, sentía culpa antes de comer, mientras comía y después de comer. Intentaba llenar con comida un agujero negro infinito”. Varios fueron los intentos por reconciliarse con su propio cuerpo con varias dietas. ”Con mi primer embarazo subí 20 kilos, con el segundo 10 kilos más, con el tercero 10 kilos más, intentando bajar esos 40 kilos, subí 10 más, de rabia”, refiere. Todo esto la llevó a entender que debía pedir ayuda a profesionales de distintas áreas. Primero realizó un “plan de vida” con el apoyo de su amigo Borja García Enríquez, quien es sicólogo. Y así, sumó al neurólogo Nicolás Evreinoff, la sicóloga Graciela Arce, el sexólogo Ariel González Galeano, el nutricionista Fernando Di Paola, la ginecóloga Delfina Zelaschi y el doctor Marcelo Lo, este último quien le realizó el bypass. El desafío del cambio Hoy, Diana, hace un balance y pasa revista de los años con mayor claridad. “Mirando atrás me doy cuenta de que a pesar de ser tan alegre, optimista, le tenía terror al cambio. Tenía miedo”, señala y agrega que “miedo de lanzarme a cumplir mi sueño de ser actriz y ser pésima. Creo que el cuerpo nos habla, nos grita socorro, se enferma, y escucharle al cuerpo hace bien. Cuando llega el momento, el cambio es inevitable”. Y se interpela: “Muchas veces pienso por qué no me operé 10 años antes, por qué empecé a actuar recién a los 37, y no hay respuesta, pero siento que no es tarde, que hice otras cosas importantes, tengo 3 hijos que dicen hoy que tienen una mamá más feliz, eso es todo”. Para finalmente reflexionar que pasó por varios cambios que sin ellos se hubiese hundido. “Cambié de cuerpo, cambié de profesión, cambié de estado civil. Lo último parece chiste pero no es joda, es duro y difícil pero a veces es justo y necesario, duele, pero es como renacer y darse cuenta que no todo lo que nos prometimos con el entusiasmo de la juventud es sano mantener hasta el final. A veces es bueno un nuevo comienzo”, refiere. Y finalmente señala, que todavía no logró vivir del arte, así que combina sus actividades artísticas con las ventas. Su gran sueño es hacer la película Feliz de la Viuda, basada en la comedia teatral de su autoría Colorete y Portaseno. El proyecto fue reescrito para cine por Diana junto con Borja García Enríquez y Rafael Kohan y está listo, pero a la espera de marcas que quieran apoyar la realización.


Con una carrera empresarial sólida Diana Frutos decidió cambiar su vida, y en el camino su cuerpo, por la felicidad y lo incierto del arte.

En el arte
En el 2014, Diana Frutos, inició con el taller de Stand Up de Juanse Buzó. Esto coincidió con la grabación de su primer comercial con Juan Carlos Maneglia. Y tras confirmar que los escenarios eran lo suyo, escribió en Facebook, “quiero actuar, llámenme”. Y si, la llamaron, Patricia Reyna y Juan Carlos Cañete de Equipo Teatro le ofrecieron ser parte del elenco de . Y luego se inscribió en TIA (Taller Integral de Actuación), donde culminó la carrera. Actualmente ensaya el drama s, y la comedia . Y escribe su el va a ser su primer libro, cuyo lanzamiento será este año.