20 jun. 2025

Día del Padre: La paternidad exige diálogo, escucha y adaptación

TESTIMONIO. José Parra, padre de adolescentes, reflexionó sobre la importancia de conversar.
ANÁLISIS. Uno de los retos de los papás está relacionado a la educación en la era digital.

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En familia. José Parra posa junto a su esposa, su hijo y su hija, él propone una paternidad abierta al aprendizaje y diálogo.

GENTILEZA

Para José Parra, docente y padre de dos adolescentes de 16 y 18 años, la paternidad representa retos a la hora de educar a los hijos en un escenario cambiante desde el punto de vista generacional ante el auge tecnológico, inteligencia artificial (IA) y con el desafío de evitar el autoritarismo.

En el Día del Padre reflexiona sobre las exigencias de la paternidad desde su experiencia.

“Queremos que nuestros hijos crezcan en libertad, se desarrollen y apropien de las tecnologías, pero ahí está el tema de como acompañar eso. Es una gran responsabilidad de los padres el acompañamiento sin restringir y sin reprimir, porque todavía hay restos de autoritarismo en muchos padres”, señaló Parra.

Uno de los principales aprendizajes –destacó José Parra– es la importancia de una comunicación constante con los hijos desde la infancia hasta la adolescencia para que no aparezca un muro infranqueable.

Desde su experiencia lamentó que muchos padres –incluyéndose a sí mismo– no recibieron preparación sobre cómo ejercer la paternidad, y muchas veces se reproduce un estilo autoritario que ya no resulta funcional ni constructivo. “Tuvimos que ir aprendiendo a dialogar, a escuchar y a compartir más también, porque ese es otro tema importante, dentro de eso establecer las normas de convivencia”. Puso como ejemplo, que a la hora de comer en familia el celular no se usa.

Pero destacó el uso de la tecnología en la educación de sus hijos, pero un uso responsable y ético.

En su experiencia familiar, reconoce el papel fundamental de su esposa en este proceso de transformación porque ella le señaló los aspectos autoritarios que tuvo que modificar para la crianza de su hijo e hija.

Por ello, José Parra propone una paternidad en construcción constante, abierta al aprendizaje y centrada en el respeto.

PATERNIDAD VERSUS TECNOLOGÍA. Ante los desafíos actuales de la crianza en tiempos de pantallas y escasa presencia emocional adulta, el psicólogo Christian Méndez analizó el contexto actual.

“Cada generación de cuidadores se enfrenta a una era de cambio distinta a la anterior”, explicó el psicólogo Méndez, al trazar una línea histórica que va desde la crianza en dictadura, la transición democrática y digital, hasta el actual “tecnoambiente” globalizado donde los vínculos, incluso emocionales, se desarrollan a través de pantallas, plataformas y ahora también, inteligencia artificial.

En el contexto de una sociedad marcada por la tecnología, el psicólogo Méndez advirtió sobre una problemática creciente: la desregulación emocional de niños y adolescentes ante la falta de presencia activa y afectiva por parte de padres y cuidadores. Es decir, la inteligencia artificial gana terreno donde los padres se ausentan.

El mayor desafío –enfatizó el psicólogo– de esta generación de padres radica en marcar una presencia clara en la vida de los hijos, sin que esta presencia sea únicamente física, sino también emocional, respetuosa, coherente y empática para validar las emociones de los hijos. “Los jóvenes buscan espacios donde puedan obtener validación real o virtual, y si no lo hallan en su familia, lo buscarán en otros lugares”.

Por ejemplo, por ello los adolescentes usan a la IA como herramientas para la conversación. Dijo que la inteligencia artificial ofrece respuestas empáticas, validantes y libres de juicio, aspectos que deben encontrar en el núcleo familiar.

La familia debe ser un espacio seguro para los hijos, enfatizó. “Cuando criamos valores sólidos, les damos a los hijos un criterio más claro sobre lo que fortalece o debilita, sobre lo que construye”.

Finalmente, ante los desafíos de ser padres, aconsejó a considerar la terapia como una opción. “No hay que ir al psicólogo solo cuando hay problemas, también sirve para orientar procesos de crianza, establecer límites saludables o reforzar la autoestima de los hijos”.

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El diálogo es un puente para la empatía con los hijos, ya sea cuando son niños, adolescentes,
jóvenes y adultos. Christian Méndez, psicólogo.

Consejos para padres en la era digital

Diálogo activo y empático: Implica dejar de lado mis prejuicios como adulto, mirar desde la experiencia del otro y generar preguntas que permitan la autorreflexión y saber escuchar.

La familia como espacio seguro: El entorno familiar debe ser el espacio seguro donde se celebren logros, se acepten las vulnerabilidades y se construya confianza. “La familia debe ser un lugar donde se celebre el logro, se comprenda la vulnerabilidad y se fortalezca la confianza”

Crianza en tiempos de pantallas: Es importante que los padres marquen presencia real. Es decir, estar emocional y físicamente presente.

Validar las emociones de los hijos: Es decir, participar activamente en sus procesos y decisiones.

Establecer límites claros y saludables: Toda conducta debe tener consecuencias coherentes. Marcar qué es apropiado y que no, cuidando la integridad del niño y de los demás.

Evitar el autoritarismo: Esto genera represión emocional y no fortalece los vínculos y menos el diálogo entre padres e hijos.

Moldear la empatía y el autocontrol: La empatía no es innata; se enseña y se practica. Repetir comportamientos solidarios y modelar respeto.

Reconocer el rol de la tecnología: Los adolescentes pueden establecer vínculos emocionales con la IA si no hay figuras presentes. Plataformas digitales brindan respuestas empáticas, pero no reemplazan al afecto real.

Acompañar el uso de tecnología con guía y criterio: El uso de la tecnología debe estar acompañado por los padres, que deben advertir sobre las consecuencias de un uso indebido.

En caso necesario, buscar orientación profesional: No esperar a que haya un problema para acudir a terapia. Los psicólogos pueden guiar la crianza, reforzar valores y autoestima.

Dato: Casi un millón de papás viven con sus hijos

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La paternidad en cifras. Un total de 960.169 padres actualmente viven con sus hijos, de los cuales 62,2% están en área urbana y 37,8% en área rural, según datos de la Encuesta Permanente de Hogares Continua (EPHC) 2024.

Con relación a las edades, del total de padres: El 9,7% son menores de 30 años; el 50,2% tienen entre 30 a 49 años de edad; el 27,3% rondan los 50 a 64 años y 12,8% superan los 65 años. Sobre el estado civil, del total de padres: el 51,9% son casados; el 39,6% están unidos; el 2,7% son solteros; 3,0% son viudos; 2,8% están separados o divorciados.

Los datos no incluyen Boquerón y Alto Paraguay, comunidades indígenas y viviendas colectivas; y se refieren a padres que tienen hijos o que son miembros del hogar.

El desafío: “Antes de hablar, tiene que saber escuchar”

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Nueva figura. Los padres deben aprender a dialogar con sus hijos y saber escucharlos.

En un contexto de cambios vertiginosos y tensiones por la sobrecarga laboral, los desafíos de los padres para educar y acompañar a sus hijos se tornan cada vez más complejos. Ante este escenario, el psicólogo Osmar Sostoa propone apostar actualmente por una “figura paterna del diálogo” y dejar atrás otras figuras tradicionales: padre autoritario o el tecno-padre.

“Así como había un paradigma del padre tradicional, que es la figura del poder, de la ley, que castiga, hoy en día tenemos otra falsa e innecesaria imagen de lo que debe ser el padre: algo así como el tecno-padre”. Este nuevo modelo exige que el padre esté “informado al segundo de todos los cambios que hay en el mundo”, lo cual –según el psicólogo– solo crea una carrera imposible por alcanzar a los hijos en la vida moderna.

Frente a estas dos visiones extremas –el padre autoritario o el tecno-padre–, el psicólogo Sostoa plantea una tercera vía: “La figura del padre del diálogo”.

Para lograr alcanzar esta figura, plantea que para que el diálogo sea real entre padres e hijos debe estar fundado en algo muy básico: el amor. Pero en su arista más profunda, que es respetar al hijo como un ser que tiene una entidad de ser humano, no solo obligaciones y derechos.

“El padre, antes de hablar, tiene que saber escuchar”, dijo. En ese marco, el padre debe conocer, aunque sea de manera básica, la psicología evolutiva y cómo se desarrolla la mente de los niños.

“Un niño cambia cada año, sobre todo en los primeros seis o siete años. Tiene derecho a la fantasía, al juego, al berrinche”, explica. Al castigar estas expresiones emocionales, como el berrinche, impide al niño desplegar su personalidad y confianza.

A partir de los siete años, explicó el psicólogo Sostoa, el niño inicia una nueva etapa en la que puede pensar con lógica, con reflexión, con argumento. “Entonces ahí el padre tiene que estar para escuchar, responder y orientar”. Es decir, con argumentos, no con imposiciones como “en esta casa se piensa así porque yo soy el papá”.

Para el psicólogo, el gran desafío actual es desaprender los esquemas de autoridad y comprender que la autoridad verdadera se construye desde el respeto, la escucha y el diálogo. “Esa capacidad de diálogo significa la capacidad de discutir. Allí es donde en Paraguay todavía hay una diferencia, lastimosamente por la tradicional cultura autoritaria, que discutir es pelearse”. Dijo que el paraguayo no sabe dialogar, solo pelearse, y es el gran desafío que se debe modificar para ser padres dialogantes.

Añadió que “los hijos tienen que aprender a discutir, a dialogar, a confrontar respetuosamente y con cariño, con amor, con los padres. Y ahí está la figura paterna que tiene que marcar esa pauta”.

El psicólogo Sostoa destacó que el diálogo –como lo enseñó Paulo Freire con su concepto de “acción dialógica”– es la base del pensamiento humano.

“La mente humana se construye a través de la acción dialógica. Sin ese proceso, es imposible formar una mente autónoma, una mente sana”.

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Los hijos tienen que aprender a discutir, a dialogar, a confrontar respetuosamente y con cariño. Osmar Sostoa, psicólogo.

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