10 may. 2024

Deuda trepa al 27% del PIB y urgen reformas para avalar sostenibilidad

El pasivo público sigue aumentando para hacer frente a la emergencia sanitaria y sus efectos en la economía. Economistas sugieren ir pensando en mejorar el esquema de ingresos y gastos.

La deuda pública trepó tres puntos y se ubicó en torno al 27% del producto interno bruto (PIB) tras la última colocación de bonos soberanos por USD 1.000 millones y los desembolsos ya concretados con los organismos multilaterales por USD 290 millones, de acuerdo con las primeras estimaciones hechas por el Ministerio de Hacienda.

El pasivo paraguayo llegaba a los USD 9.498,7 millones antes del inicio del distanciamiento social impuesto por el Gobierno para frenar el avance del coronavirus, lo que representaba el 23,8% del PIB. Sin embargo, tras la emisión de títulos cerrada este jueves y las transferencias hechas por el BID y el Banco Mundial, autorizadas por la Ley de Emergencia Económica, el total subió a los USD 10.788,7 millones (ver la infografía).

Estas operaciones hacen que el endeudamiento nacional esté ya orillando el 30% del PIB, tope indicado como prudente por organismos internacionales. Ante este panorama, los economistas Hugo Royg, de la consultora Mentu, y Aníbal Insfrán Pelozo subrayaron que, si bien lo importante en este momento es conseguir los fondos necesarios para superar la emergencia, el aumento del pasivo empuja al Fisco a plantear en el corto plazo una serie de reformas para garantizar la sostenibilidad de la deuda.

Para el directivo de la consultora Mentu, el incremento de los costos socioeconómicos generado por la pandemia obliga a idear cambios para mejorar el ahorro fiscal mediante el uso eficiente de los recursos y una mejor capacidad para generar ingresos.

En ese sentido, remarcó que la pregunta que deben hacerse los agentes económicos del Gobierno es si existe un esquema eficiente de administración que garantice capacidad de pago en el futuro.

“Si soy un país de renta baja, mi chance de seguir endeudándome es menor. El nivel actual del pasivo está por debajo de las recomendaciones, pero, ¿por qué es preocupante? Porque tenemos déficits sistemáticos y crecientes, y también tenemos un gasto muy malo”, expresó.

INSTITUCIONALIDAD. Por su parte, Aníbal Insfrán Pelozo resaltó que la deuda que está tomando el país, principalmente mediante bonos, van saliendo con condiciones favorables y permiten financiar las urgencias, pero coincidió con Royg en que mejorar el ahorro fiscal es uno de los desafíos del Gobierno.

A su criterio, el nivel de la deuda es aún razonable y permite maniobrabilidad; sin embargo, dijo que si no se mejora el esquema actual, el espacio será cada vez menor para el endeudamiento, lo que podría implicar también menos inversión pública.

Enfatizó que esta crisis es una oportunidad no solo para reformar el gasto y los ingresos, sino el Estado en sí, desde su rol en la economía, en la salud, en la educación y en los servicios que presta a la gente. Para esto es fundamental generar institucionalidad. “Una reforma implica saber qué Estado queremos. Todo debemos poner sobre la mesa aprovechando esta crisis y debemos generar institucionalidad para ello”, reflexionó.

CONTINGENCIA. La Ley de Emergencia autoriza al Gobierno a contraer un endeudamiento de hasta USD 1.600 millones para hacer frente a la pandemia del coronavirus.

El Ejecutivo recurrió rápidamente a un crédito puente del BCP por USD 500 millones para los gastos más urgentes. Posteriormente, se informó que se recibieron los desembolsos del BID por USD 90 millones y del Banco Mundial por USD 200 millones, a lo que se sumó la emisión de bonos por USD 1.000 millones concretada el jueves, parte de la cual será destinada a pagar al BCP.

La cartera asegura que la deuda sigue siendo razonable, debido al bajo nivel en comparación a la región. No obstante, reconoce que tras superar la crisis, se deberá discutir una profunda reforma del Estado.

Embed

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.