“Le vi siguiendo a un tipo más alto y más grande y tratando de golpearle”, dijo el propietario de la cafetería, tal y como recoge la publicación neozelandesa Stuff. El otro hombre golpeó al músico en el pecho y le tiró al suelo.
Este otro hombre es un testigo en el caso contra el batería por amenazas de muerte y posesión de drogas (inicialmente también fue acusado de intento de asesinato pero esos cargos fueron retirados). Por ello, Rudd fue arrestado de nuevo, en este caso por violar su libertad condicional al tener contacto con alguien que no debía.
En cualquier caso, el baterista fue puesto en libertad de nuevo a las pocas horas gracias a la labor de su abogado y con la promesa de que éste se mantendrá alejado de las drogas y tendrá un comportamiento más adecuado.