Lorena Beatriz Flores sería pareja de un guardiacárcel –todavía prófugo– y estaría ligada al desbaratado esquema de extorsión que operaba desde el Centro de Rehabilitación Social de Itapúa (Cereso).
El pasado 27 mayo, agentes del Ministerio Público y la Policía Antisecuestro, en el operativo Jetypeka, descubrieron a siete personas –dos de ellas reclusos del penal– que integraban la red que llegó a mover más de G. 200 millones en plena cuarentena.
Según las investigaciones, Flores era un de las encargadas de cobrar el dinero en efectivo que conseguía el esquema.
El modo que operaban era primeramente mediante las redes sociales, luego por WhatsApp, en donde pedían fotos o videos íntimos.
Posterior a eso extorsionaban, amenazándoles de denunciarles por pedofilia o pornografía infantil si no les pagaban altas sumas de dinero.
Según las investigaciones, mujeres familiares de los dos internos eran las que cobraban los giros, confeccionaban documentaciones falsas y hacían las llamadas de extorsión.
Esta red lideraban desde la cárcel los reclusos Tomás de la Cruz Sosa y José Martínez.