El agente penitenciario Juan Carlos Rojas Flores fue retenido ayer por sus pares de la penitenciaría de Tacumbú cuando intentó ingresar al penal alrededor de 2 kilos de cocaína.
Sus colegas, apostados en el ingreso del penal detectaron que Rojas tenía escondido dos panes de cocaína, motivo por el cual se procedió a la retención del mismo para luego dar aviso a los agentes de la Comisaría Cuarta Metropolitana.
Sus compañeros le pidieron que levante la remera y allí descubrieron que llevaba dos paquetes adheridos a su cuerpo, mediante una cinta de embalaje.
Las autoridades penitenciarias avisaron a agentes de Antinarcóticos de la Policía que llegaron para realizar la prueba de narcotest.
El primer envoltorio pesó 1 kilo con 20 gramos y el segundo, 1 kilo con 60 gramos de la mencionada droga.
El fiscal Eduardo Royg intervino en el caso y dispuso que el hombre quede detenido en la comisaría cuarta hasta que el juzgado defina si guardará reclusión o no mientras dure el proceso en su contra.
El guardia fue notificado que fue destituido del cargo tras un sumario administrativo, por ausencias injustificadas.
La notificación estaba programada antes de lo sucedido, según un comunicado del Ministerio de Justicia. Tenía 14 años y cinco meses de antigüedad.
Fuentes del procedimiento indican que la droga habría sido encargada por miembros del Clan Rotela, quienes tienen el control del microtráfico en el centro penitenciario más grande del país.
Los miembros del grupo, liderado por Armando Javier Rotela, se disputan el control del tráfico con el grupo criminal brasileño Primer Comando de la Capital (PCC) que ya produjo varios enfrentamientos.
