Posteriormente, la fiscala Natalia Montanía dispuso la liberación de los conductores para evitar el hacinamiento en los calabozos, pero los vehículos quedaron retenidos en las sedes policiales. Los conductores tuvieron que presentarse ayer a declarar ante la Fiscalía donde se inició una causa por violación de la cuarentena obligatoria.
Otra comitiva policial confirmó que en un local denominado Google Bar se encontraban aproximadamente 10 personas ingiriendo bebidas en el Paraná Country Club, en la noche del viernes pasado, también violando la cuarentena obligatoria. El propietario identificado como Francisco Ruffinelli no permitió a los agentes ingresar al local para la verificación, conforme al informe que los mismos elevaron a sus superiores.