Cerca de 800 efectivos de la Policía Nacional incursionaron el jueves último en un predio de 2.040 hectáreas ocupadas por un grupo de 300 familias de campesinos en la zona de Bella Vista, Sidepar, jurisdicción de Yhú, Departamento de Caaguazú.
Ante la magnitud del operativo, los campesinos abandonaron anticipadamente sus precarias viviendas, dejando rastros de una explotación irracional del bosque. La propiedad de unas 10.000 hectáreas pertenece a los hermanos Núñez, Alba y Eduardo, quienes desde hace tres años aproximadamente soportan la invasión de las reservas boscosas de la finca que suman un poco más de 2.000 hectáreas.
Un poco más de 40 hornos para la fabricación de carbón vegetal con la utilización de rollos fueron derribados con tractores por orden de la fiscala del Ambiente Marta Leiva.
La ocupación ya registró momentos de extrema violencia, como por ejemplo, el asesinato de dos policías que custodiaban esas tierras, a más de toma de rehén de Eduardo Núñez por parte de los invasores, procedentes de los departamentos de Caaguazú y Canindeyú. El operativo policial iniciado días atrás persuadió a los campesinos con estricto control de ingreso y salida de personas a la ocupación.
También el sobrevuelo de helicóptero alertó a los denominados sintierras, quienes tuvieron tiempo para alzarse con sus enseres y dejar la ocupación antes del ingreso de la fuerza efectiva encargada del operativo que contó con una orden fiscal firmada por Gustavo Chamorro de la unidad 1 de Yhú.
Tras el recorrido por los lugares de ocupación el fiscal Chamorro procedió a la entrega del terreno a sus propietarios quienes se hicieron cargo nuevamente de las 2.040 hectáreas.
La explotación irracional del monte es la característica de la ocupación donde se percibe que el verdadero interés es generar ingresos con estos recursos naturales, señalaron en la comitiva interviniente. El fiscal Gustavo Chamorro informó que están imputadas 12 personas como instigadores de la ocupación. Los mismos poseen orden de captura nacional.
En los próximos días los Núñez procederán a la destrucción de las precarias viviendas de madera como también las pequeñas parcelas de cultivo de subsistencia.