La última misa de cuerpo presente para despedir al religioso se realizó en la parroquia Cristo Rey.
Luego, el cortejo fúnebre se trasladó en caravana hasta el cementerio de los Jesuitas, en el Centro de Espiritualidad de los Santos Mártires de Limpio.
“Es un gran hombre, el Paraguay le debe mucho, él se entregó totalmente al país, en concreto desde toda la parte indígena”, dijo de él su amigo, su colega, el también jesuita español Francisco de Paula Oliva.
Entre abrazos, lágrimas, pero también con alegría, sus amigos recordaron esa entrega que tenía con los pueblos indígenas desde que arribó al país meses antes del inicio de la dictadura de Alfredo Stroessner en 1954.
Ese compromiso que encaró con las naciones indígenas hizo que su denuncia de genocidio de los aché llegará a los Estados Unidos.
Posteriormente, la historia ya es conocida. Se da su exilio fuera de estas tierras, a donde volvería recién después de la caída de la dictadura.
“Incluso cuando salió del país exiliado fue al Brasil, a conocer a pueblos indígenas que estaban en aislamiento”, recordó el padre Enrique Gaska, coordinador general de la Coordinación Nacional de Pastoral Indígena (Conapi).
PUNZANTE. Sus mensajes a los políticos siempre fueron agudos. Uno de los últimos discursos del religioso fue cuando el Senado le brindó una distinción en noviembre pasado.
“El mensaje que mandó al Parlamento fue que por favor respeten a los pueblos, perdón, me corrijo dijo Meliá, a las naciones indígenas”, relató el padre Gaska.
El pa’i Oliva también recuerda que su compañero vivió caminando con los indígenas, pero la entrega también fue organizando, escribiendo libros, dando conferencias y moviendo a la opinión pública.
SU OBRA. También este año, en junio, Melià presentó en la Feria Internacional del Libro la obra Diálogos de la lengua guaraní.
Melià fue igualmente uno de los primeros directores de la Revista Acción. Su innumerable obra transita en libros, publicaciones y artículos, donde la lengua guaraní y la defensa de los pueblos indígenas y su derecho a la tierra son la constante.
Unos años atrás, en enero del 2017, la Embajada de España en Asunción le brindó el premio Bartolomé de las Casas, por su incansable labor en el suelo guaraní, ese que adoptó y donde adquirió la ciudadanía paraguaya en 2011.
Los religiosos destacaron durante la misa de cuerpo presente que Melià tenía una habilidad para el diálogo recíproco, virtud que le valió el afecto de los indígenas que caminaron en su compañía.
Vivió caminando con los indígenas, esa entrega que fue organizando luego con libros, conferencias y moviendo todo.
Pa’i Oliva,
sacerdote jesuita.
El mensaje que envió al parlamento reconocido es que respeten a las naciones indígenas.
Enrique Gaska,
coordinador de Conapi.