“Estamos emocionados de avanzar en la reparación de células del hígado dañadas porque, algún día, enfoques como este podrían extenderse para reemplazar todo el órgano”, señala Juan Carlos Izpisúa Belmonte, investigador en el Laboratorio de Expresión Génica del Instituto Salk de La Jolla (California, EEUU), quien lidera el equipo.
FUTURO PROMETEDOR. Los resultados, gracias a la terapia de regeneración celular, se publican en la revista Cell Reports y podrían dar lugar en un futuro a nuevos tratamientos para las enfermedades hepáticas, según los autores.
Izpisúa y su equipo descubrieron en su día que, alterando la dosis, frecuencia y duración de unas moléculas llamadas factores de Yamanaka, podían programar las células para aumentar su resiliencia y funcionalidad in vitro.
Se trata de reprogramación celular, un proceso en el que a través de la actividad de cuatro proteínas -factores de Yamanaka- se logra transformar cualquier célula adulta en una célula madre pluripotente inducida, capaz de dividirse de forma indefinida y convertirse luego en cualquier tipo de célula. El descubrimiento de este proceso por el japonés Shinya Yamanaka le valió un nobel.
Los investigadores, en trabajos previos, ya habían demostrado cómo estas cuatro moléculas de reprogramación celular pueden ralentizar el proceso de envejecimiento y mejorar la capacidad de regeneración muscular en ratones, lo que supuso el pistoletazo de salida para nuevos descubrimientos después en los que, a través de la utilización segura de los factores de Yamanaka in vivo, se ha podido aumentar la capacidad de reparación de diversos tejidos, como el músculo.
En el presente estudio, los autores utilizaron los factores de Yamanaka para estudiar si podían aumentar el tamaño del hígado y mejorar la función hepática, al tiempo que mejoraba la salud de los ratones. El proceso implica convertir parcialmente las células hepáticas maduras a estados “más jóvenes”, lo que promueve el crecimiento celular, informa el Instituto Salk.
El problema al que se enfrentan los científicos es cómo controlar la expresión de estos factores.
“Nuestra línea de trabajo tras estas observaciones es continuar avanzando en la comprensión de las bases moleculares que subyacen a los procesos de reprogramación del rejuvenecimiento celular”, indica a Efe Izpisúa y añade: “un conocimiento más detallado de este proceso es condición sine qua non para poder desarrollar tratamientos médicos eficaces para ralentizar o revertir la enfermedad”.