Una de las viviendas más dañadas sufrió el desmoronamiento de la mitad de la casa y fueron a parar al arroyo el baño, la cocina y muebles. La familia se disponía a dormir cuando escuchó un fuerte desprendimiento y se percataron de que el sanitario desapareció. Otras dos viviendas contiguas también se vieron afectadas con el desmoronamiento y el miedo es el peligro del derrumbe existente.
Las familias cuentan con niños, por lo que piden asistencia de la Comuna y de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN).
Muro complejo. Hace más de una década que los pobladores de varios barrios por donde cruza el arroyo Ferreira solicitan un muro de contención de alta complejidad ante las socavaciones continuas que ponen en riesgo a miles de familias cuyos terrenos, a la vera del cauce, se van desplomando.
En algunos tramos, la altura del barranco mide entre 17 a 18 metros por lo que el peligro al que se exponen los residentes de la zona es considerable.
Los vecinos presentaron el pedido a la Municipalidad y al Ministerio de Obras Públicas. Hasta solicitaron intervención al Congreso Nacional. Los registros de viviendas derrumbadas son constantes con cada fenómeno de lluvia. A ello se le suma el problema de la basura que deteriora la calidad del cauce.