La proyección de un crecimiento del 4,5% del producto interno bruto al cierre de 2021, y de 3,5% en el siguiente periodo, fue expuesta ayer por Desarrollo en Democracia, dentro de su espacio Plaza Pública, donde estuvieron analizando la coyuntura económica los economistas Manuel Ferreira y César Barreto.
Una inflación del 7% para 2021 y del 5% para el siguiente año también fue adelantada; mientras que el nivel de cotización de la moneda norteamericana se ubicaría en G. 6.800/6.900 para este año; y en G. 6.900/7.100 para el siguiente.
A criterio de Barreto, la inflación es un aspecto que debe seguir preocupando, ya que Paraguay particularmente es un escenario donde se trasladaron los precios de los commodities y, con la economía básica, evidentemente la canasta familiar, como consumo fundamental de las familias, experimenta subas intensas de precios.
“Hay que evitar que, dentro de esta situación de incertidumbre, sea persistente un nivel de inflación del 7%, ya que 4,5% -de hecho- ya es una meta muy alta para países emergentes. Hay que contrarrestar eso siendo responsables, persistentes y manejando correctamente la política fiscal y la monetaria”, recomendó.
Por su parte, Ferreira analizó el comportamiento de la economía regional, enfatizando en que Argentina es un país gran distorsionador de precios, producto de lo cual se generaron un desfasaje muy grande y múltiples devaluaciones, que afectan fuertemente con traducción en el contrabando al Paraguay.
“El 52% de la población paraguaya vive a menos de 10 kilómetros de Argentina; mientras que el 17% cerca de la frontera brasileña; lo que nos indica que más se irán a comprar a la Argentina o buscarán mejores precios de sus productos”, especificó.
Del Brasil, indicó que su devaluación ya fue antes de la pandemia; mientras que sectores como la maquila acusaron recibo de un bajón en principio, para ir recuperándose conforme el país vecino comenzó a buscar su ritmo.