De acuerdo a la presentación de Eduardo Sierra, asesor agroclimático de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas, el fenómeno de La Niña, que trae consigo la sequía, ya no tendrá tanto peso de ahora en adelante. En el cuarto mes de este 2022, las lluvias seguirán siendo insuficientes y los cultivos todavía deberán soportar temperaturas relativamente bajas. Solo serán beneficiadas con mayor humedad algunas superficies de Alto Paraná y Canindeyú.
Las precipitaciones mejorarán en mayo, cuando las temperaturas también empezarán a bajar. Sierra mencionó que incluso se espera el ingreso de aire frío, lo que a su vez podría complicar la última etapa de desarrollo del maíz y la soja zafriña.
En general casi toda la Región Oriental tendrá buena humedad, a excepción de algunas zonas del centro, así como el área de influencia de las colonias menonitas en el Chaco.
A mitad de año se volverán a ausentar las lluvias, aunque los suelos mantendrán su humedad, especialmente en la costa del río Paraná, donde hay mucho protagonismo de las superficies agrícolas. Nuevamente será el norte del país el más afectado por la falta de agua.