Por segunda vez me han enviado estas líneas del filósofo sur coreano Byung-Chul Han. La primera no pude leerla por el modo como me la enviaron. Me insistieron y volvieron a enviar en otro formato y realmente me han servido.
Pero a un filósofo es difícil resumirlo, por eso simplemente ofrezco sus palabras.
“La estrategia de dominio consiste hoy en privatizar el sufrimiento y el miedo, ocultando con ello su sociabilidad, es decir, impidiendo su socialización, su politización. La politización significa la transposición de lo privado a lo público. Lo que hoy sucede es más bien que lo público se disuelve en lo privado…
Internet no se manifiesta hoy como un espacio de la acción común y comunicativa. Más bien se desintegra en espacios expositivos del yo.
La voluntad política de configurar un espacio público, una comunidad de la escucha, el conjunto político de oyentes, está menguando radicalmente.
Hoy, internet es una caja de resonancia del yo aislado…
La alborotadora sociedad del cansancio es sorda. A diferencia de ella, la sociedad venidera podría llamarse una sociedad de los oyentes y de los que atienden. Hoy es necesaria una revolución temporal que haga que comience un tiempo totalmente distinto. Se trata de redescubrir el tiempo del otro.
La actual crisis temporal no es la aceleración, sino la totalización del tiempo en el yo. El tiempo del otro se somete a la lógica del rendimiento y la eficiencia, la cual genera una presión para acelerar. La política temporal neoliberal elimina el tiempo del otro, que por sí mismo sería un tiempo improductivo…
La política neoliberal elimina también el tiempo de la fiesta y la somete a la lógica de la producción. A diferencia del tiempo del yo, que nos aísla y nos individualiza, el tiempo del otro crea una comunidad. Por eso, es un tiempo bueno”. Pa’i Oliva