En el barrio Santísima Trinidad de Asunción se tendrá una nueva edición del recorrido Barrios con encanto, que busca exponer sitios históricos de la ciudad y también la esencia de la vida comunitaria dentro de los barrios.
Se trata de una propuesta que va más allá de la simple visita guiada, puesto que busca fomentar la identidad local y apoyar a los microemprendedores, según informó Yeruti Fay, titular de la Dirección General de Turismo de la Municipalidad de Asunción.
Fay resaltó la importancia de este programa al destacar que se centra en una de las características fundamentales de la identidad paraguaya que es la vida de barrio.
En este contexto, señaló que la tendencia global del turismo busca precisamente la inmersión en las comunidades o lo que se conoce como slow life. “La gente lo que busca es mimetizarse con el estilo de vida de cada lugar”, indicó Fay.
Con el circuito de recorridos se busca apoyar a los microemprendedores para que puedan mejorar la presentación de sus productos y aprovechar las visitas de las personas que se interesan por los elementos que configuran la tradición edilicia dentro de un barrio. Se busca que cada uno de los barrios “tenga su propia identidad y pueda mostrarse al mundo, mostrarse a nosotros mismos”.
Historia viva. El recorrido en Trinidad será el próximo 29 de noviembre. El circuito tiene una duración aproximada de una hora y media y cubre 1.5 kilómetros. Aunque el tour es libre y gratuito, hay un cupo limitado de alrededor de 80 personas, debido a la capacidad de uno de los puntos principales del trayecto, que es el Cine Cañisá.
Otro de los puntos de encuentro destacados es la Iglesia Trinidad donde los visitantes conocerán la historia de la iglesia y apreciarán el arte y la construcción conservada del lugar. Los participantes también podrán conocer el Club Rubio Ñu, donde los encargados de la visita también expondrán sobre los antecedentes históricos de este conocido espacio deportivo. La funcionaria señaló que, en el aspecto deportivo, el club Rubio Ñu representa un importante “sello para la comunidad”.
Al recorrido se incluye un trayecto continuo por las vías del tren hasta el Cine Cañisá. Este es el punto cumbre de la experiencia, según Fay, y el lugar inclusive revivió para la proyección de un cortometraje. Fay indicó que es en el Cine Cañisá, donde se concentra la mayor experiencia con los microemprendedores del tradicional barrio.
En el lugar, al igual que en otros cines, se vendió pororó y bebidas. La elección de realizar el tour en un horario matutino, de acuerdo a Fay, tuvo como objetivo precisamente que los participantes pudieran interactuar y comprar de los emprendedores.
Legado. La funcionaria enfatizó que Trinidad es uno de los barrios más antiguos y relevantes en la historia del Paraguay. El barrio, según recordó, posee un contexto histórico significativo. Mencionó la Casa Alta, que se encuentra en el Jardín Botánico, y destacó la conexión entre los puntos de interés históricos: “Eso lo hizo el doctor Francia justamente para poder ver la iglesia desde su casa”, dijo Fay.
Además, aunque no forma parte de la visita actual, resaltó la existencia de la Casa Francia, un palacete donde vivió la hija del prócer y que es parte inolvidable de la historia y se ubica cerca de la iglesia.
Recepción. Al ser consultada sobre la experiencia previa en la realización de estos recorridos, la representante municipal indicó que la aceptación es generalmente buena.
Explicó que la ciudadanía está buscando activamente nuevas formas de entretenimiento y aprendizaje, ya que “todo lo que es historia, cultura, arte, turismo es incipiente en nuestra ciudad”. Por lo tanto, “la gente se está acostumbrando a buscar este tipo de actividades como para entretenimiento y también para aprender”.
Sin embargo, Fay reconoció que siempre existen “dos caras de la moneda”. Esta dualidad es una tendencia mundial en zonas históricas y de barrio, según explicó. Hay residentes que prefieren “mantener esa vida de barrio más tranquila, donde no haya gente extraña”.
No obstante, cuando la actividad se realiza de forma respetuosa, y ocurre “una vez cada mes o cada dos meses”, es “bien aceptado”, ya que “es bueno que la gente conozca tu espacio, tu territorio”.
El objetivo final de esta iniciativa, destacó, es “mantener nuestra historia viva”, utilizando el turismo como herramienta para mostrar la identidad local y revitalizar la economía.
La Municipalidad, a través de la referida dirección, prepara para hoy a las 10:00 y 16:00 otros dos recorridos, el primero de ellos en Loma San Jerónimo y el segundo, en el Templo de la Encarnación.
Patrimonio que resiste al tiempo
La iglesia Santísima Trinidad, que da inicio al recorrido turístico del barrio y se ubica en la colina más alta de la zona, es reconocida como Patrimonio Cultural de Asunción. En 2009, la iglesia fue reconocida como el séptimo Tesoro del Patrimonio Cultural Material de Asunción. Posteriormente, se le realizaron mejoras lumínicas en 2011 y 2016 para resaltar su belleza. Piezas de gran valor histórico y cultural fueron afectadas “gravemente” por termitas (kupi’i) en 2022. Restauradores de Obras Públicas trabajaron por recuperar el antiguo retablo de la iglesia incluso hasta marzo de 2024.
Un cine que espera recuperar su magia
La antigua estructura del Cine Cañisá, asentada en el centro del barrio Santísima Trinidad de Asunción, corre el riesgo de no ser notada, eclipsada por el avance de la construcción de edificios que proliferan sin control, transformando lo que solía ser una modesta y sosegada comunidad.
No obstante, al atravesar su entrada, quienes visitan este antiguo espacio cultural experimentan un viaje al pasado, ya que el lugar se mantiene casi intacto.
Conserva sus muros originales, los asientos de madera y la cartelería de antaño, como si el tiempo se hubiera detenido por muchos años.
El recinto del Cine Cañisá se integraba dentro de un conjunto llamado Cañisá Hermanos. Este complejo estaba compuesto por una tienda de artículos variados (almacén de ramos generales), un local gastronómico (bar restaurante) y, finalmente, la sala de cine.
El inmigrante José Cañisá, originario de Cataluña, estableció este lugar que superó su propósito de simple negocio para convertirse en un núcleo social y cultural fundamental para los habitantes de Trinidad y las áreas cercanas.
Hoy en día, el espacio todavía es recordado por haber funcionado como espacio de exhibición de películas de la década de los 40 y los 60, de distintas nacionalidades y géneros. A comienzos del siglo XX, alrededor de 1925, un individuo chileno llamado Morales arrendaba una sección del almacén para mostrar filmes en blanco y negro.
Marta Cañisá, gestora cultural, hija de don José, indicó recientemente que pudo escuchar a residentes de mayor edad rememorar con afecto aquellas proyecciones iniciales llevadas a cabo por Morales con un sistema móvil que incluía un generador y un baúl repleto de películas.
Dada la gran acogida de la propuesta, don José optó por edificar un salón contiguo.
Este nuevo anexo tuvo espacio para 400 espectadores, contó con ventiladores instalados en las paredes y dispuso de una campana que alertaba el comienzo de las proyecciones.
“El público llegaba incluso desde ciudades vecinas, atraído por los estrenos, las matinés y los clásicos de Semana Santa como Vida, pasión y muerte de Jesucristo, que desataban el llanto colectivo”, recordó Cañisá.
La difusión de la cartelera se realizaba empleando zancos, carteles publicitarios, altavoces situados en la entrada o, incluso, mediante una camioneta Ford T que circulaba por las vías urbanas con música y mensajes hablados.
A pesar de que la sala cinematográfica cesó sus operaciones hace varias décadas, la familia Cañisá mantuvo una custodia rigurosa del inmueble.
Actualmente, el recinto preserva su diseño primario y los artefactos que lo poblaron. Sin embargo, la infraestructura demanda trabajos de restauración para recobrar su plenitud.
Este espacio no solo ofrece una ventana al pasado, sino que también sirve a los fines del programa Barrios con Encanto, que busca la promoción de los emprendedores.
La titular de la dirección municipal de Turismo, Yeruti Fay, se refirió a la situación estructural del edificio y admitió que no dispone de información sobre un plan de restauración formal. Sin embargo, la Municipalidad, a través de su Departamento de Turismo, se encuentra colaborando activamente con ellos en “un plan para poder reactivar ese espacio... Y que vuelva a tener la vida que antes tenía”, según la funcionaria.
