Una de las formas más efectivas de promover la ingobernabilidad es tomando decisiones de espaldas a la gente. La sensibilidad de ella está a flor de piel y se expresa de forma vehemente cuando de desagradar sus mandatos se trata. Se han vivido muestras de ello esta semana con los nombramientos en las dos entidades binacionales, donde debieran guiarse por criterios altamente profesionales y técnicos que nos permitan no solo operar una de nuestras grandes riquezas estratégicas, sino que además nos haga ganar respeto ante nuestros cuestionados y abusivos socios de Argentina y Brasil. Sus principales administradores están hoy procesados por casos de corrupción como el caso de Thomas, detenido esta semana después de casi dos meses de búsqueda. Sus socios locales aún están en el poder como el caso de Duarte Frutos, quien fuera primero presidente, luego embajador y amigo personal de los detenidos De Vido y Thomas. Cuando podríamos haber volcado la balanza a favor en las negociaciones tanto con Argentina y Brasil llenamos los cuadros con ineptos, corruptos e incapaces. No aprovechamos el momento y con seguridad volveremos a perder oportunidades de hacer de las binacionales usinas del desarrollo, eficacia y progreso del país.
Para no ir lejos los panameños no escogen sus administradores como lo hacemos nosotros para administrar el Canal que le rinde ingresos por valores superiores a los 5.000 millones de dólares anuales. Menos lo hace Singapur con sus puertos y aeropuerto, donde no hay espacios para escombros, aventureros, hijos o nietos de la claque política. Los que están al frente son los mejores y más capaces. Saben muy bien ellos que si así lo hicieran, no podrían convertir a esos polos económicos en poderosos factores de desarrollo. En el tiempo de la eficacia y eficiencia de gestión nosotros nos llenamos de “kuã chotos” (mediocres y venales) cuyo único interés es medrar desde esos apetitosos lugares públicos. Yacyretá e Itaipú por este camino van a convertirse en verdaderas repúblicas de sus administradores de ocasión. Gerencian desde quirófanos, patrulleras, pollitos o giras artísticas de despedida como las de Rafael Rojas Doria. Es tanta su importancia que el presidente de la República le suplica al titular de Yacyretá que sea generoso con las becas a los hijos de los caudillos (¡). Esta abierta distorsión vuelve mendicantes no solo al titular del Ejecutivo, sino a todo su Gabinete. El dinero de ambas binacionales debería ser administrado por Hacienda y los salarios equiparados a la realidad del país. La cosa puede aún complicarse mucho más si Thomas escoge el camino del arrepentido y cuenta lo que entregó a los paraguayos en forma de coimas y aportes. Ahí no se salva nadie y ojalá por el bien nuestro… lo haga.
Con este equipo de rejuntados y aventureros no le ganamos la negociación ni a Burkina Faso. Hay que llevar a los mejores y nuestro equipo negociador no puede estar en manos de incompetentes que le hagan perder aún más a este derrotado país que es el nuestro. Perdemos porque los que están en frente saben de qué madera estamos hechos y qué tipo de gente ponemos en las binacionales. Así de simple es la cosa y no puede continuar de la misma manera.