Miércoles/19/SEPTIEMBRE/2007
“Tengo que dedicar varias horas al día a mi hijo y esto es realmente importante. Es duro ser buena en ambas cosas y todavía estoy aprendiendo”, dijo después del partido la tenista de 31 años.
En la jornada de hoy, la jugadora, que viaja con bebé, madre y niñera, no tuvo mayor problema para imponerse en 48 minutos a su compatriota Julie Ditty en el torneo sobre el cemento pequinés, que reparte 600.000 dólares en premios.
“A medida que va creciendo, los brazos me duelen más (de cargar con el bebé). Pero creo que en unos meses me acostumbraré. Afortunadamente, duerme bien”, explicó.
Tras un año en el que se casó y tuvo a su primer hijo, Davenport regresó a la competición con la victoria en el Abierto de Bali el pasado fin de semana, que la elevó desde el puesto 234 hasta el 154 en el ránking de la WTA. (EFE)