El presidente Santiago Peña convocó a una primera reunión para conversar sobre la necesidad de establecer acciones en el combate contra la corrupción, tráfico de armas y de drogas, así como el contrabando.
Participaron el presidente de la Corte, César Diesel; el titular del Congreso, Silvio Ovelar. Además, se sumaron el fiscal general del Estado, Emiliano Rolón; el contralor general de la República, Camilo Benítez.
Llamativamente estuvo el asesor político de Peña, José Alberto Alderete, cuya presencia fue cuestionada por algunos sectores.
Una de las primeras medidas es la eliminación de la Secretaría Nacional Anticorrupción (Senac) que plantea el nuevo Gobierno. Los recursos serán redireccionados a la Contraloría General de la República.
La idea es potenciar el trabajo de control por parte de la Contraloría y no dispersar las acciones bajo dependencias que terminan dependiendo del Poder Ejecutivo.
NUEVA REUNIÓN. En el primer encuentro no hubo resultados significativos ni mencionaron cuál será la primera acción.
Solamente quedaron en realizar otra reunión este jueves para avanzar en el plan de acción.
El fiscal general del Estado nuevamente mencionó la necesidad de potenciar el presupuesto y aumentar la cantidad de fiscales para atender y profundizar en la investigación de los expedientes de casos de corrupción pública.
El Ministerio Público requiere de una ampliación presupuestaria de G. 117.000 millones.
Este primer encuentro de la cumbre de poderes se realiza luego de que se desató una tormenta política tras una suerte de amenaza al fiscal general del Estado.
El diputado cartista Yamil Esgaib había advertido que el fiscal general se va “cuando ellos quieren”. Esto hacía referencia al copamiento del cartismo en ambas cámaras del Congreso.
Además, la Fiscalía General tiene en sus manos la denuncia realizada por el ex presidente Horacio Cartes, quien presentó una denuncia ante la Fiscalía contra todos los responsables de una persecución política en su contra.